- Quiero hacer contigo/ lo que la primavera hace con los cerezos.
Eso lo dijo Neruda en el Poema XIV de los Veinte poemas de amor y una canción desesperada. :-)
Ayer vi esta frase atribuida a Bob Marley:
- Quiero hacer contigo/ lo que la primavera hace con los almendros.
Aquí es donde nace la leyenda urbana...
Sea como sea, pienso:
- Quiero hacer contigo/ lo que la primavera hace con todos los árboles.
O, directamente,
- Quiero hacerte la primavera.
Después, llega Cortázar y dice:
- Ven a dormir conmigo: no haremos el amor, él nos hará.
Y le respondo:
- No haremos el amor, la primavera nos hará.
Proyectos de la Maga
- Página principal
- Abrakadabrario- Taller de creatividad consciente
- Ars amandi del siglo XXI
- COMARURU- Museo de los Excéntricos Libres
- CO-OPERAR. Teoría de la inspiración pandémica.
- D-Krostings
- Festival Onironauta
- Hechizos de magia poética
- Museo de Arte Infantil
- Nutrición consciente- Cenas a ciegas con Venus
- Rescate de patrimonio literario
- Pedagogía revolucionaria
- Kamikaze órfica
- Ludología Bcn
- El cubo poético (métodos de creatividad)
- Sociedad Secreta del Silencio
- Lilah
domingo, 24 de febrero de 2013
martes, 5 de febrero de 2013
La libertad es una guerrilla de pájaros
La danza de las llamas era siempre distinta.
Bastaba con mirar de lejos para comprobar que la luz no necesita la misma proximidad que el calor.
(Esas son las cualidades del fuego: la luz y el calor.)
A veces, el amor escribe con fuego sobre las cenizas del fuego.
La luz es al fuego como la nada a la madera.
El calor necesita la carne en combustión.
La luz es más desapegada: no necesita la carne, pero necesita la mirada.
El corazón es Ave Fénix, para que la idea se convierta en ideal.
Habitaba en esas atmósferas astrales que convierten a las mujeres en sombreros vaporosos, que desaparecen cuando una guerrilla de pájaros llena las barricadas de cantos a la libertad.
El amor en los tiempos que corren se parece a un tiovivo o a un juego de dados o a Shakespeare o al empacho de dulce en una fiesta.
Bastaba con mirar de lejos para comprobar que la luz no necesita la misma proximidad que el calor.
(Esas son las cualidades del fuego: la luz y el calor.)
A veces, el amor escribe con fuego sobre las cenizas del fuego.
La luz es al fuego como la nada a la madera.
El calor necesita la carne en combustión.
La luz es más desapegada: no necesita la carne, pero necesita la mirada.
El corazón es Ave Fénix, para que la idea se convierta en ideal.
Habitaba en esas atmósferas astrales que convierten a las mujeres en sombreros vaporosos, que desaparecen cuando una guerrilla de pájaros llena las barricadas de cantos a la libertad.
El amor en los tiempos que corren se parece a un tiovivo o a un juego de dados o a Shakespeare o al empacho de dulce en una fiesta.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)