sábado, 26 de mayo de 2007

Cielo sobre agua


Cielo sobre agua
En otra época, me habrían degollado los gitanos.
Me habrían impedido llorar junto a King Crimson,
enterrarme en un sombrero anacrónico
o quemar dos cerillas hasta el final de sí mismas.
En otra época -digo- habría tenido sífilis,
mi pobreza no sería esta pobreza de pacotilla
(no tendría para comer los ladrillos de mi arte)
y habría buceado en nuestra ordalía imposible.

Con todo, he nacido bien, con veinte dedos,
y sé que tengo cabeza porque llevo sombrero.
Hoy también se fotocopian un poco los atardeceres,
pero las auras de los vivos ya no son violetas.
Ya no aguardo a las seis de la mañana con paperas
metafísicas, ni busco tréboles de seis hojas
(más de cinco, más de cinco) para escribir
m'has esquitxat i m'he impregnat de tu: ******.

Me enrollo en las sábanas blancas de mi cuarto
(que huele eternamente a aguarrás). Muero,
normal, como todos, sin resistirme. He aceptado
lo Intrascendente. He lanzado mi curriculum vitaeal mundo (¡chica pobre de cuello aristócrata!)
Ya no río ni lloro sin teatro. ¿Se desvaneció la magia?
No lo pensé Antes de Escribir Esto.
Permanecía en un amnésico amniotismo.

Desde el hormigón durmiente, desde mi posición
de pieza huérfana de puzzle, siento la Soledad
como un bálsamo. No desespero. Contemplo,
nihilista y feliz, lobotomizada. El rostro
se me encharca de respuestas. (Contemplo
con ojos de gata bajo un mechón de pelo negro).
Zaratustra y yo sonreímos ante el pasaje:
Sólo creería en un dios que supiera bailar.

[¿Qué dices, corazón? ¿Te dueles? Se pasará.
El tiempo basta. Callará todo. Detrás del párpado
se recuesta un símbolo. Lo que deseas no se seca.
Aplaude solo. Lejos es cerca. ¿Qué insinúa la curva?
Se pasará. El tiempo basta. El compás se cierra.
El puño se difumina cuando la mano se abre.
Lo que pierdes no se ha soltado. Ayuna. Mira.
Raíz es rama. ¿Qué dices, corazón? ¡Habla!]

No hay comentarios: