Cómo será tocarte,
después de los amantes, cuando la ilusión embista nuestros pasos con fugas subterráneas y una luz estroboscópica nos haga creer en la reencarnación de la ternura y recibamos una carta de despido de la Nada sobre la que nos apoltronamos tras el suicidio del último romántico...
Cómo será tocarte,
tras encintar a las nubes con todos los pensamientos que no fueron y reciclar los pistilos de las flores para convertirlos en vacua inspiración y carpe diem, en esos paseos sintigo hacia un wasteland bajo miradas de plaza pública, libros anteriores a 1645 y tic tac tic tac tic tac...
Cómo será tocarte,
después de carambolas de ojos y triquiñuelas del aire con conversación y atletismo sin medalla y entretenimiento en frisos de caras parlantes y una corrida roja sobre un lienzo y un otro convertido en tú; orgías de sentir in media res, a cuatro patas para chocarla con el cielo y albadas asesinas sin extremaunción...
Cómo será tocarte,
después de esta soledad barroca que imagina un porno de holocausto, y cena de hiel con trufas y dunas de spaguethi, noches de refriega con Saturno boquirrubio y nuevo padrón en nowhere vestida con el uniforme protocolario de la diosa Libertad...
Cómo será tocarte,
desnudados los mantras de la afonía con resaca y los morros mordidos por un Baco de calle que esperó a mi último cubata para asesinar mi dignidad y un billete de bus que conducía al estómago del Leviatán, que ulceré con tantas lágrimas...
Cómo será tocarte,
con una arruga nueva: fruto de conversar dos horas con un árbol y de tripar con el gris de una escalera y de escribir un poema como éste, tan real que parece de mentira...
Cómo tocarte,
tras ser otra vez el número impar que sonreirá a la Muerte, después del planeta nuevo y la atmósfera delirante, el fuego fatuo, la arqueología interior, la excursión hacia Delfos y la Minotauromaquia (o el arte de torear laberintos con monstruos dentro)...
Cómo tocarte,
si fui las cuarenta vírgenes que desvirgaron a los cuarenta ladrones de la cueva de Ali Babá y la Luna me dijo “eres digna de ser la puta del sol” y me atraganté con un mástil y Ulises, en verdad, se travestizó tras los cantos de sirena...
Cómo tocarte,
si vendrá lo que vendrá,
sin acertijo,
tras el punto final de este epitafio.
4 comentarios:
gracias...gracias... me has alegrado una estúpida tarde, me ha sorprendido tu fuerza, tu voz y tu mirada
vuelves a escribir con asiduidad, eso me alegra mucho, porque mi correo me avisa muy contento de las novedades de tu blog
se lo recomiendo a todo el mundo
eres sensibilidad y belleza
Entre interesante y notable.
Un saludo.
buuufffff piel de gallina
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