Érase un país llamado Locura. Vivo en él desde hace
kilos y kilos de años. (No es lejano, debe estar a 2'5 cm
de esta palabra.) Pues eso, en este país llamado Locura…
Los habitantes dormían tranquilos, servidos sobre mesas
acolchadas; peinaban sus rizos cada mañana, lavaban los restos de
un viejo sueño y estiraban la cara en un bostezo.
Si bien Fauna y Flora eran muy ricas en este curioso país, sobre
todo había lepismas, escarabajos y tréboles. Las hormigas
trabajaban, para siempre. E, incluso, se formaban pelusas por debajo
de las camas (esas pelusas que los biólogos panteístas llaman
“odradeks”). Quizá una de las especies más preciadas era la
Langosta: se empotraba en las paredes y tenía un número asignado:
mi langosta era la ********* Más tarde, se inventaron langostas que
la gente paseaba por la calle, como un animal doméstico. Estas
langostas recibían el nombre genérico de “teléfono móvil”.
Pero eran traidoras. Producían imbecivilización.
Sin embargo, el ser más curioso de este territorio, el Depredador,
se llamaba a sí mismo “Ser Humano”. [El étimo de “humano”
es de difícil ubicación: yo lo relaciono con “hu” y “mano”,
que es como una mano que asusta, y se retira cuando alguien (como un
perro) la muerde.] Costaría describirlo del todo. [Claro, es eso de
que las palabras no se ciñen al tamaño de las cuerdas vocales. Es
eso de que las palabras no saben tocar la guitarra.] (A ver si
puedo): Es un primate superior con corbata o sujetador, lleno de
protuberancias. (Aunque muchos de ellos no llevan corbata ni
sujetador, debido al claro impacto de una divinidad llamada Pereza,
Pobreza o Moda, así que mi primera definición es falaz).
El ser humano funciona como un puzzle: hay unas piezas con un
huequecito en la entrepierna, las hembras, y los machos tienen lo que
falta para llenar estos huequecitos. Claro que, además, entre pieza
y pieza (O PIERNA Y PIERNA) de puzzle no sólo deben coincidir el
hueco y el trozo que cubre al hueco: la unión de las dos o más
piezas debe hacer un dibujo bonito en su superficie. Hay pocos
puzzles que sólo sean de dos piezas. Por eso, el ser humano es
Adúltero por naturaleza. (Lo más triste es que muchas piezas de
puzzle mueren sin haberse encajado con nadie.) En cambio, a mí no me
preocupan estas cosas. "Y no me señales con el dedo, cabrón,
porque sé que piensas que soy una mentirosa."
Los Artistas, por ejemplo, se retuercen de placer introduciéndose
lápices, baquetas de batería o pinceles. Pero cambiemos de tema. El
ser humano siempre tiene Madre. Esto es raro. Y todos los seres
humanos, si no recuerdo mal, tienen ombligo, pero el ombligo no sirve
para nada, sólo para hacer puenting sobre un abismo en miniatura. Y
lo más destacable: En este país llamado Locura, “esposa” tiene
doble entrada en los diccionarios:
- Manilla de hierro con la que se sujetan las muñecas.
- Mujer casada (o cazada) respecto de su cónyuge.
Vale. Con este rollo me he ahorrado el dinero del psiquiatra y me
podré ir de gigolós angélicos esta noche, si las estrellas no me fusilan con
su evidente dubitación, ni los planetas dejan de fingir que plagian
la luz de soles pródigos.
1 comentario:
Épico. Yo he estado allí. Lo clavaste.
No dejes de parir estas cosas, oh, maga... La vida es puta prosa (la vie en prose).
Publicar un comentario