A veces, siento que he luchado para llegar al momento en el que me encuentro ahora mismo. Voy por las mañanas a las catedrales de los libros con sed de conocimiento. Allí escribo mis textos bajo unas arcadas góticas, en el silencio maravilloso de un lugar destinado al estudio y la lectura.
Allí dentro, soy feliz. Huele a madera. A mis espaldas tengo un diccionario de Guematría. Puedo buscar el número que me plazca.
Esta mañana he estado allí y me he puesto a reescribir una novela que empecé a los 19 años, una novela que habla sobre sexo.
Como escribo sobre sexo, me he puesto a buscar en la biblioteca libros curiosos sobre sexo. Estoy ojeando la Enciclopedia del erotismo de Camilo José Cela, me río, sonrío. ¡Oh, y saboreando a Bataille! Estoy jugando a aprender cosas. Me estoy divirtiendo sola y necesito compartirlo.
¿Con quién?
Con la humanidad. Contigo, íntimamente contigo.
No sé, desde que me anunciaron la muerte de un amigo, hace unas semanas, pienso que lo relevante es gozar y aprender a amar este fascinante mundo lleno de secretos.
Entonces, ese viejo espíritu de Indiana Jones...
En busca del Santo Grial, o la glándula pineal en pleno trance.
1 comentario:
Qué bien, como buena chica escorpio ;) Bueno querida, a ver si te veo prontito. Tengo un libro precioso que compartir contigo... uno de esos de páginas envejecidas de amarillo, que a mí me gustó mucho. Se llama "Magia y Sexo" de Ed. Petronio. Sigues con lo de los martes en casa? Si es así, a ver si puedo venir el próximo ;)
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