Todas las historias secretas que nadie cuenta suelen ser más bellas e interesantes que las que alguien cuenta.
Muchas son misteriosas cuando son contadas sotto voce.
Tiendo a coleccionarlas.
Esto será un cebo para que requiráis mis servicios de almacenamiento de sueños, delirios y cosas que nadie osaría preguntaros.
Os contaré una mía, para que os animéis a contarme las vuestras.
¿Y si es mentira?
Salgo por la noche vestida de blanco, con muchas capas de ropa encima. Bajo al metro. En el metro, hago un pequeño streaptease hasta que aparece la caracterización del mono blanco que compré en el chino. Me gusta parecer que "formo parte del público" y llamo la atención sólo con mi presencia.
Después busco una viejecita y le pregunto:
Le sonrío y le miro a los ojos.
Ella responde:
- Me encanta la poesía.
Y entonces, empieza el exhibicionismo. Me entrego a esa ancianita, le pregunto con qué ha soñado, que me diga su color preferido y una música que le guste. Ese momento es maravilloso. Ella se expresa y me inspira. Contemplo su belleza.
Le recito el poema. Se llama la Ermitaña:
- Diskulpe que le rezite con faltas de horto grafya.
Todos kreen que soi una ynkulta por azerlo.
Pero io transmito mucho sentimiento
mientras le recito este sueño de comunicación entre seres humanos.
Quiero crearle un trayecto perfecto,
quiero transmitirle todo lo que percibo en usted,
quiero celebrarlo con todos los que se han acercado
y quieren sumarse a nuestra fiesta.
Se forma un corrillo. Alguien me graba con el móvil. Me quieren ofrecer dinero.
El texto es malo por escrito, pero funciona.
- No quiero dinero. Quiero hacer un curso gratuito de teatro experimental. Debería pagaros a vosotros.
Al salir, llovizna. Abro el paraguas, juego con él. Es un paraguas con el que se puede hacer el disco de Newton.
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