sábado, 23 de noviembre de 2013

El Monstruo que te quita lo bailao

Al salir de la caverna de Platón, me encontré con ese oso negro sin nariz, el Monstruo-que-te-quita-lo-bailao. Me dijo:

- Qué más da que tú hayas salido de ese tugurio: aquí estás completamente sola y aunque regreses e intentes convencer a los demás de que esto existe, no te harán ni puto caso.
- No estoy sola. -respondí.- Estoy contigo.

Mientras bailábamos, se fueron extinguiendo todos los bailes anteriores, mis pensamientos cayeron como capas de cebolla. Al llegar al último, el monstruo me besó en la frente y me dijo:

- Te he quitado lo bailao porque no podías bailarme con el ruido de los bailes anteriores. 



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