(Man Ray, El huevo)
Intentaré escribir la historia más bella del mundo,
más si me ayudáis y preparáis el dulce escenario en algún lugar
de vuestra mente, quizá fuese que los personajes cobraran vida por
sí solos, elevándoos a un mundo fascinante.
En mis entrañas enraizarán los árboles de grafito.
Treparán enredareras por la pura, blanca, libre hoja , ascenderán
con forma de letras, embrolladas, hacia el balcón de Julieta. Las
habas de mi amado llegarán hasta las nubes, los castillos
acolchados, la dimensión del vuelo y el aire.
No, azar, ya no temas deshojar con tu torpeza a la
belleza que tiembla. Lejos del traspiés, de tu camisón azul
brotarán fantasmas nocturnos, envolventes sábanas…¡Confusa
realidad del deseo! Late, late imaginación; yo deseo pintar las
rayas de las cebras, o bañar de verde al bosque, o entonar el
bostezo de ese joven aburrido de mundo.
Déjame mover efusivamente los
brazos, a ver si desaparecen los pies, o de los omoplatos despuntan
las cien mil alas que me manipulan.
Escribo y me emborracho con la botella de Klein.
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