"El cosmos era mi madre murmurando una canción de cuna para hacerme crecer."
Alejandro Jodorowsky
(Él y Ella se abrazan. Si el abrazo dura más de veinte segundos, sus cuerpos empezarán a segregar oxitocina. Si el abrazo dura más de un minuto, Él y Ella se fusionarán en un solo ser y entonces el diálogo será monólogo iluminado.)
ELLA
Hay un mar de sangre caliente en el planeta nuevo
de nuestro cuerpo microcósmico por dentro.
ÉL
Hay un Edén en tu lengua,
cultivado por gemidos geodésicos.
ELLA
¡Ah, esos mantras poliédricos!
La poesía nos hizo el boca a boca
y ahora la Sombra
es un harén de luces locas
en orgía galáctica.
ÉL
El horizonte se ha despegado del paisaje
y ha construido un Laberinto en pop-up.
El Minotauro torea tu beldad.
ELLA
Mientras tanto, el Tercer Ojo hace ¡zas!
¡Escupe telarañas con mandalas
que te permitirán atravesar las fauces
de Saturno!
ÉL
Para enterrarme vivo, pido turno:
en el sueño de un viaje
la belleza está esperando
a su esperanza de ser bella.
Si tu reloj está parado
o el sol se retrasa en salir,
abre los ojos de golpe: ¡aquí!
... para que entre la luz.
Que tu mirada sea
un gran reloj de Sol.
ELLA
Así, buscamos el alma
entre los pliegues del tiempo:
rompemos nuestras cadenas
con el karma, sin miedo.
ÉL
Así, comenzamos a existir:
cuando el yo-actor
deja de ser el yo-observador
y entramos, de golpe,
en una vida que es juego,
teatro y ardor
de sueños titiriteros.
ELLA
Ése será el secreto
de nuestra unión sin tiempo:
un mapa de la conciencia
garabateado por niños que juegan.
(Él y Ella se abrazan. Sus cuerpos se transforman en bebés, niños, jóvenes, adultos, viejos y cadáveres que estallan en un Big Bang supraconsciente; todas las cartas del Tarot se esparcen por el suelo: esperando que alguien las baraje, en el siguiente viaje.)
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