jueves, 23 de enero de 2014

El canto del cisne

Voy a hablaros de esa conexión
de las cosas, del mundo,
del dios metálico
que imanta las conciencias
y las hace bailar
en las tardes
de inhóspita arrogancia
de las formas;
en las muecas que quieren decir
(y no saben)
y quieren decir
(y no pueden)
y dirían al instante:
"detente, ya he vivido..."
Y basta.

Antes de hablar
tuve que aprender a callar,
y el reloj se puso en el cero
y la brújula en el NO,
para alguien que va, y SÍ,
respira,
alguien con el yunque
del cosmos danzante
sobre la cabeza
y la fragilidad de una pluma
en la mano.
Y basta.

Noche irreal
has arrastrado los pasos
a este tiovivo:
"¡Detengan el mundo, que me bajo!"
¿Hay muerte antes de la vida?
Y no y sí y no y sí

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