domingo, 31 de marzo de 2013

Un escalofrío...¿quién querrá decirme qué?

martes, 26 de marzo de 2013

Sol edad

- No resisto más esta soledad, estoy a un paso de deshacerme de amor.
- No... si resistes esta soledad, aquel pájaro de fuego vendrá a buscarte, y te revelará secretos más grandes que las puertas del cielo que se abren en la alcoba de los amantes.
- Mi contorno anhela difuminarse con todas las caricias.
- Aguarda un poco más, y el viento conversará contigo.
- Sólo podré esperar si derramo sobre mi cuerpo una poesía que contenga la risa y el llanto de todas las vidas.
- ¡No...! ¡No la digas aún! Si permaneces en silencio un rato más...podrás escuchar la canción que vibra en la tierra mientras gira...


***

Penetrar en aquello que llaman soledad significa comprender que la soledad no existe.

Es más: aquello que los humanos llaman soledad (es decir, respirar en ausencia de humanos) significa descubrir que hay otros seres no humanos que nos hablan en un lenguaje más penetrante y profundo que el verbal.

Despertar, entonces, se parece a averiguar nuevos sentidos.

Cuánta sabiduría pierde aquél que cree saberlo todo. De ese modo, evita salir de su cárcel de espejos y permanece sordo a los cánticos. 



Carpe diem

- Ya nunca más llegarás tarde, porque puedes percibir el aliento del presente bajo tu nariz.

Así es. Notas el aire caliente que expulsa tu cuerpo, bajo las fosas nasales. Es como si alguien invisible estuviera a punto de besarte.

Frente a ti, entonces, hay un hombre de papel que acaba de nacer de un periódico. Ese hombre de papel se hace trizas a sí mismo.

- ¿Cómo te llamas? - le preguntas, antes de que desaparezca.
- Me llamo Destino, - responde- y tengo la misma estatura que el azar, y el mismo peso que la primavera. 

Es el momento de abandonar tu cuerpo y dejar que despegue de las formas.