jueves, 6 de octubre de 2016

Própolis

¿Cómo va el viaje?

1. ÉXTASIS RADICAL

Me estoy masturbando experimentalmente con el recuerdo de la mirada de un santo QUE AHORA MISMO ME MIRA y me hace destruir el espaciotiempo. Dado que el santo participa de esta gran orgía mirándome ahora mismo, quizá esto no sea del todo masturbación, sino cosmosexualidad. Los ojos son cúpulas y en el centro de la frente hay otra gran cúpula.

Sub - lime, al más puro estilo angélico-musical.
Las localizaciones y los actores secundarios nos revelan tecnología dramática punta, Dios se está gastando todo el presupuesto en esta obra interactiva.

Mientras escribo, salivo como los perros de Pavlov.  Estoy entusiasmada (invadida por theos), me cabalga la "manía" divina, el rayo de Zeus me enhebra la cabeza, se fecunda mi corona con el esperma del sol y el amrita se hidrata con la lengua de las nubes celestiales, hidromiel que me hace estremecer cachondamente zorra y santa.

2. EL LÍMITE ES LA LIBERTAD

Le pusimos final a este viaje. El final es mañana, PERO AHORA ES SIEMPRE. Las historias más hermosas conocen el final. Al reconocer los límites, podemos jugar con la intensidad y la potencia. Siento la llama de amor viva. Mi sombra se volvió combustible y me hace arder entera; parece que ahora mismo se presta al show el demonio que tengo en la cabeza. El daimon me mira y me dice:

- Hicimos un pacto, ¿te acuerdas? TÚ ME REDIMES SI ME DESANGRAS EN ARTE.

Ojo, mi amado, que esta epístola está escrita con la sangre del daimon,

Él me dicta los temas. El siguiente es:


3. LA MUERTE NOS RESPIRA

Mañana moriremos otra vez, seremos catapultados a otros capítulos o, quién sabe, quizá otro libro, porque así escogimos nuestra particular relación de niños raros o pájaros cómplices. Este instante es tan efímero que se inmortaliza.

Si conmigo te vengas del mundo es porque "tu reino no es de este mundo".

Siempre  hay adentro "otro mundo" imaginario para amarte. Y allí nos refugiamos durante el martirio, porque Eros y Tánatos bailan, porque somos "game lovers" conscientes del "game over". ("Érase una vez un lobito bueno, al que maltrataban todos los corderos")

Con todo, estamos curando nuestras viejas heridas, y obtenemos fuerza de reconocer nuestra vulnerabilidad, porque nuestra imaginación está desencadenando una pandemia irresistible, y esta alianza supone el inicio de una era revolucionaria; la de la INSPIRACIÓN PANDÉMICA.


4. TEXTO ETIMOLÓGICAMENTE ES TEJIDO

Este texto naufragará, como las notas de Da Vinci, pero ahora es un guante o una capa para perros. Adentro y ahora tengo un "dharana", estoy concentrada en cocrear un buen guión.

Este texto quiere ser un tejido, como marca la etimología de texto. Una ficción escogida, una decisión atenta. Estoy nadando en un agujero que tienes detrás de la cabeza. Me he zambullido allí para observar tus océanos y ver al Leviatán. Me conmueve que seas un santo tan humano y QUE NAVEGUEMOS ENTRE LOS HILOS DE TODOS LOS LABERINTOS.

5. SIENTO EL ÉXTASIS DE HABER CREADO UN GOLEM.

Tal vez estamos creando un alma conjunta, que camina por las calles de la Fe y de las Primaveras, como las ACERAS que tenían pivotes de espejo en el suelo, como el LED incorporado en la nocturnidad, como las gafas que brillan en la oscuridad, como los vasos de agua onironauta junto a las bolas de cristal del futuro. Como la magia, que se presenta en bata y zapatillas de estar por casa y se pone a charlar con tu madre, como si nada.

6. ATLANTIS

El viaje está en un punto interesante, porque el final ya está puesto y eso sólo significa un clímax. Puedo sublimar ese clímax y meterlo aquí dentro, en esta carta, en este mundo imaginario que está protegido por la confianza y la alegría. Es una carta que escribo mientras te espero recostada en un antiguo muro lemur, que tiene dentro grabadas inscripciones que son una mezcla de poesía y matemáticas, y que sirven para hacer que el viento sople, los árboles den fruto y las flores sean polinizadas.


7. NEUROHACKER

Cada vez tengo menos memoria, escribo para que nadie nos hackee los recuerdos. Para que no nos fumiguen el cerebro o nos secuestren psicológicamente (aunque al escribirlo tiento a los fantasmas de lo macabro).

He dormido en la habitación de al lado.

He dormido en tu habitación de niño. Allí he observado tus sueños infantiles. Siento ternura en la barriga, parece que sigue la técnica "sinestesia-tacto-espejo" y esa respiración de barriga me conduce a tu infancia.

Me siento tan joven aún, sé que arderé antes de ser ceniza. ¡Tengo tantas ganas de jugar! Siento esa ebria lascivia del juego.

Ayer sentí placer conociéndote, con el privilegio de quien tiene acceso a zonas subterráneas y kármicas, el verdadero petróleo del ser. Mi parte maga "ve", entiende cómo convertir tu sombra en combustible para salir del laberinto, tiene esos planos para llevarte volando por los aires como si fuera una diosa dionisíaca (aún por inventar), muy jocosa y alegre. El ojo cíclope "ve" el por qué de tu celibato (que te llevó a la santidad) y cómo ese estado nos conduce a sincronías cada vez más fuertes, como las respuestas de Yoda con un rotundo SÍ.

La cama de cuando eras pequeño era como mi cama de cuando era pequeña, quién sabe si ayer nos visité de niños y nos abracé mientras pasábamos el clásico bíblico de la Noche Oscura.

Hay profecías autocumplidas. Nuestra relación respira con raíz calma y mística, radicalmente santa, sin miedo a perder- Es imposible perder cuando la nada es nuestro motín, todo este espacio vacío para crear cualquier cosa.

Tengo el impulso de dejar documentos escritos de cuanto nos sucede. Un DE PROFUNDIS de extraña portada. Necesito escribir que ayer me dijiste:

"Amarte es mi venganza contra el mundo"

Me lo has grabado y esa grabación es un arma que pone dinamita en las corazas para volverlas corazón.

Me llegó un olor a Hierro, precisamente, a Marte. Salió en la rapsomancia de la revista "Leonardo".

El camino de Capricornio es el Sendero 32, el viaje de la Tierra a la Luna.  Lorca escribió sobre ello. Es el sendero de Malkuth a Yesod, en Cábala. Nos despegamos del mundo a través del vuelo de la imaginación. Justo delante, había un número 32.

Me senté en la Biblioteca de la Infancia, y miré ese número y tú sabías que lo miraba, pero mi pecho estaba más poblado de Afrodita que de Hermes. Me puse en la boca un poco de xylitol.

Antes, veamos: recuerdo que estuvimos en ese lugar donde tomaste agua con gas y yo un beso de ángel que tú también saboreaste. Había un pájaro aparentemente libre con una jaula dentro, y te dije que era yo. Tú eras algo del otro lado del charco. Allí hicimos KECHARI MUDRA, que es ese kamasutra de la lengua :-P

Neuroquímicamente mareada. La paja astral hace reír mucho al demonio pequeño que tengo en la cabeza, el que me dice que tengo que escribir hetairografías, inventar nuevos arquetipos donde se ensalcen otra vez Seshat e Isis.

Y ahora, ¿qué queda?
Respiro profundo.
Esta carta dura como una respiración.