domingo, 26 de diciembre de 2010

ALLS SECS MAI COUEN

- ¿Usted ha probado esto antes?
- Que no sea lo normal no significa que sea malo.
- Quedamos, entonces, el 1-1-11. Usted me escribe su fantasía y yo le respondo con la mía por correo electrónico. La única condición es que, después de ese día, no volveremos a vernos nunca más. Será una obra de arte conjunta derramada en la experiencia, una obra de arte con dos únicos receptores: nosotros.
- De acuerdo.
- Queda completamente prohibido enamorarse.
- ¿Y si no nos gustamos?
- Entonces nos pondremos unas gafas de sol, nos estrecharemos la mano y nos desearemos buen viaje.
- ¿Y si nos gustamos demasiado?
- No sea cínico. Ayer no existíamos. En todo caso, será un juego divertido. Y, ¿qué significaría jugar sin ese riesgo?

martes, 21 de diciembre de 2010

El ritmo, príncipe de las artes

¿Alguna vez habéis ejercitado estas seis cualidades? Son las que Bolelavsky propone en las lecciones de su oficio: concentración, memoria de la emoción, acción dramática, caracterización, observación y ritmo.

Y su definición del ritmo, a propósito, no tiene desperdicio: "Llamamos ritmo a los cambios ordenados y medidos de todos los elementos de una obra de arte, siempre que estos cambios estimulen progresivamente la atención del espectador y conduzcan invariablemente al designio final del artista." Para él, el ritmo es el príncipe de las artes, el ingrediente esencial.

Cuando una obra de arte no tiene ritmo -y hasta la arquitectura tiene ritmo- es un colgajo, un mondongo altivo de material frustrado. Por eso, y con el fin de ejercitar esta cualidad presente en la naturaleza y hacerla consciente, todo gran artista debería comprarse una caja de ritmos y dedicarle quince minutos diarios.

lunes, 20 de diciembre de 2010

El tiempo se muere sin viajes

Fingir la propia muerte, morir y reencarnarse en otro. Imaginar algo nuevo posible, y después aprender cómo funciona ese algo nuevo posible. Ahi estoy, y cae en mis manos un librito de Richard Bolelavsky: La formación del actor. Madrid: Editorial La Avispa, 2005.

Las consignas son las siguientes:

DOMINIO DEL CUERPO: "Una hora y media diaria de los siguientes ejercicios: gimnasia y gimnasia rítmica, danza clásica e interpretativa, esgrima, toda clase de ejercicios respiratorios, ejercicios de impostación de la voz, dicción, canto, pantomima y maquillaje. Una hora y media diaria durante dos años, con una práctica constante (...) hará un actor digno de contemplar.

CULTURA: La segunda parte de esta educación es intelectual, cultural. Uno puede discutir a Shakespeare, Molière, Goethe y Calderón sólo con un actor culto que sabe qué es lo que representan estos hombres y qué es lo que se ha hecho en los teatros del mundo para representar sus obras. Yo necesito un actor que conozca la literatura mundial y que sepa ver la diferencia entre el Romanticismo alemán y el francés. Necesito un actor que sepa la historia de la pintura, la escultura y la música; que sepa distinguir al menos aproximadamente el estilo de cada periodo y la individualidad de cada pintor. Necesito un actor que tenga una idea lo suficientemente clara de la psicología del movimiento, del psicoanálisis, de la expresión de la emoción y de la lógica del sentimiento. Necesito un actor que sepa algo de la anatomía del cuerpo humano, como también de las grandes obras de la escultura. Todos estos conocimientos son necesarios porque el actor entra en contacto con ellos y tiene que trabajar con ellos en escena. Este entrenamiento intelectual formará un actor que podrá representar una gran variedad de papeles.

CONCENTRACIÓN ESPIRITUAL EN LAS EMOCIONES: La tercera parte de la educación (...) es el entrenamiento del alma -el factor más importante de la acción dramática-. Un actor no puede existir sin un alma lo suficientemente desarrollada como para ser capaz de llevar a cabo a la primera orden de la voluntad, toda acción y cambio estipulado. En otras palabras, el actor debe tener un alma capaz de vivir a través de cualquier situación exigida por el autor. No existe ningún gran actor sin un alma así. Desafortunadamente, ésta se adquiere por medio de un arduo y largo trabajo a expensas del tiempo y la experiencia, y a través de series de papeles experimentales. El trabajo para esto consiste en las siguientes facultades: completa posesión de los cinco sentidos en varias situaciones imaginables, desarrollo de la memoria del sentimiento, memoria de inspiración o penetración, memoria de la imaginación y, por último, memoria visual."


No está mal, ¿eh?

Según el buen Stalivnasky - Bolelavsky fue su discípulo- hay que bucear en el piélago de las emociones humanas, el inconsciente colectivo, para pescar un sentimiento cualquiera de lunes por la tarde.

Maga Despistada no sabe si es o no actriz, pero se disciplina en todos los ámbitos de la existencia. Tener algo que aprender es una droga dura que le hace sonreír. El tiempo se muere sin viajes.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Ars amandi

¿Hay algo más excitante que el despliegue cinético de un deseo? ¡Oh, lector, el arte está plagado de estas imágenes! ¿Cómo dejar de hablar de ellas? Mi recuerdo también rezuma esos chispazos, suele mirar ese infinito con una lupa.

Cuanto más sofisticada sea la ofrenda, más intensa será la carambola.

martes, 7 de diciembre de 2010

Próxima estación: el mundo odnum le


["Todo viaje, aunque tenga mil leguas, comienza con un solo paso". Lao-Tsé recuperado por el Viajero Permanente (autor de la foto)]


- Bienvenida a la saison priminvernal.- dijo, borroso, mientras me guiñaba uno de sus enormes ojos saltones de color perro fugitivo.


Desperté tirada en medio de una carretera que estaba en medio de un desierto. Un desierto con el suelo agrietado, no de esos de dunas; un desierto sin arena, con la esterilidad apelmazada.


- ¿Quién soy, qué eres?- pregunté.


-Yo soy tú en otro deseante y deseable. Tú eres yo en otra deseante y deseable. Jamás podrás pensar desde mí, porque casi no existo, y... viceversa.


No era un príncipe-rana; no era un ángel de la guarda ni un mosso de escuadra. Era algo así como alguien más inesperado aún. Era un yo en otro lugar, con otro disfraz deseable y deseante, con el sexo contrario y todas las respuestas del mundo en la chaqueta.


- ¿Te duele algo?- estaba atento a mi dolor.


Asentí. Tenía el estómago- ese segundo corazón- destrozado. Vomité un crucigrama, y luego un soneto malo, y después un folletín de 365 páginas por entregas.


Me miró con atención sin reír mucho ni fruncir el ceño.


- ¿Te ha sentado bien devolver ese montón de cuentos sin sentido?

Noneé, porqué aún me quedaba un nomeolvides atrancado en la tráquea. Lo escupí con sangre, en el suelo asfaltado. La sangre agrietó la carretera, y salió un trébol de cuatro hojas de allá en medio.


- ¿Qué ha pasado?- pregunté.


- Bueno - respondió.- Un día te fuiste a dormir demasiado pronto.


- ¿Y?


- El Leviatán te dio una paliza, porque te fuiste dormir sin decir te quiero a nadie.


Una convulsión me hizo eructar y después vomité Il canzonière.


- ¿Qué debo ¡cof cof! hacer para ¡cof cof cof!curarme?


Ladeó la cabeza, guardó silencio, y dijo:


- Cortarte el pelo, podar tus versos, tijeretar tus pensamientos.


Aparecieron en sus bolsillos unas tijeras de podar gigantes. Los mechones de cabello iban cayendo mientras yo lloraba con uys y ays muy melancólicos. Los versos malos de mis sinapsis se desincrustaban con un salfumán telúrico. Empecé a pensar en sol y, en clave de sol, arranqué una sinfonía con la primera sonrisa amanecida en el infierno.


- El dolor es una peluquería.- observó el alter ego con sombrero y ojos verdiazulinegros.


Yo seguía vomitando la lava del amor sin objeto.


- Pero... ¿hacia dónde iré?


El elfo me señaló a la vez hacia la izquierda y hacia la derecha. Entonces vi, justo en frente, una parada de autobús, anunciada con luces de neón, que decía:


- EL TIEMPO ESTÁ LEJOS.


Me incorporé. Caminé un paso, dos, tres. Las luces de neón iban cambiando:


- MUÉVETE SIN MOVERTE.


Cuatro, cinco, seis.


- LLEGARÁS A AQUÍ DENTRO DE UN NUNCA.


Siete, ocho, nueve.


- SUBE MIENTRAS BAJAS.


Diez.


- BRILLA MIENTRAS TE APAGAS.


* He escrito este semirelato bajo la propuesta bizarra del gran Arthur Kelvin Calvet :-)