martes, 31 de marzo de 2009

Una idea de bombera


Si algo tenemos los anarcopoetas es que nuestras ideas de bombero van madurando en las conversaciones que tenemos con nuestros amigos. A mí me pasa que últimamente veo a todo el mundo hablando de la crisis, como ya nos han embutido hasta en los anuncios televisivos, los menús de los bares y las ofertas de las tiendas. "Precios anticrisis", "Menú anticrisis", "Sofá con respaldo vibratorio anticrisis".

¿Cómo se podría vivir sin un sistema jerárquico de sueldos, sin la bolsa, el papel moneda, las entidades bancarias, los cheques de descuento, bla, bla, bla? ¿Cómo se podría vivir sin esa entelequia mundial que es el capitalismo?

Ah. Porque claro, pesa la Historia de la Humanidad sobre nuestra espalda, y toda la carga genética...Siempre nos reímos cuando nos explican que los "indios americanos", con la llegada de Colón y el resto de los notas, tenían tanto oro que lo cambiaban por cristalitos de colores y cascabeles.

¿El capitalismo es inherente a nuestra civilización?¿No hay otros sistemas económicos posibles?

- Ah, mira, como el trueque.

Hay muchas utopías al respecto. Alguien habló de zonas autónomas temporales.

Yo un día me estaba preguntando esto y entonces me acordé de que hubo una época en la que no tenía ni para un café. Mis amigos tampoco iban voyantes. (Como mera anécdota entre paréntesis: una vez, hace años, alguien que me sé y yo llegamos a vaciar un estanque de moneditas que había ubicado en un Restaurante Chino de Pedralbes para comprarnos un paquete de tabaco.) Y, mirad, estamos vivos. Nos mantuvimos a flote porque personas que nos querían y con excedente nos apoyaban. Igual que yo ahora alimento y doy amor a Sàgar. Sí, pero diréis (y me digo): "tú vives en una sociedad del bienestar".

Claro, porque el capitalismo funciona bien o hace feliz a una ínfima parte de la población mundial. Ya me gustaría ver a un somalí pobre (¿aquí pobre es un epíteto?) escribiendo en un portátil este post, con agua potable y wifi en el comedor de su casa. Y yo, tan tranquila, mientras Nokia paga a un ejército para conseguir un mineral para fabricar este cacharro teléfono móvil que reposa aparentemente inofensivo sobre mi escritorio y que cambia de modelo cada quince días.


Ah, diablos, cómo nos cuesta a los anarcopoetas explicar estas cosas...Nuestra ideología política se entretiene escuchando a los pajaritos de la mañana (como la letra de las canciones de Bob Marley) o en los meandros apocalípticos más inexorables. Parecemos hippies y derrotistas, nos encanta soñar despiertos pero soltamos tacos y nos gusta vestir de negro de vez en cuando.

Pues bien, propongo lo siguiente. Que nuestro sistema se base en un intercambio de regalos, pero no regalos inútiles y hechos por compromiso (tipo bote de colonia del Corte Inglés), sino "regalos" en un sentido genuino. Regalos desapegados, incondicionales, por amor al ser humano y a nuestra ecosfera.

Sí.

Recordad cuándo habéis regalado algo a alguien que queríais mucho, mucho, mucho.


Un regalo como una comida en casa de un buen amigo, o como la manutención de un niño por parte de sus padres que lo adoran. Un regalo como el sol escupiendo su luz sobre todos los organismos que realizan la fotosíntesis. Un regalo como la carga de oxígeno de los glóbulos rojos. Un regalo como el agua en la que nada el pez. Un regalo como la placenta para un feto. Un regalo como la leche materna durante los primeros meses de un bebé. Un regalo como la sonrisa de alguien que nos hace tilín. Un regalo como el café al que te invita ese barman por tu cara bonita.



[Te puedes saltar esto, porque no es universal sino anecdótico de mi persona, finita y con uñas mordidas:

Un regalo como el sombrero que me ha dado hoy Anabel, o el libro que ayer me envió Germán, o la copa de vino a la que me invitó Gemma, o la estancia confortable de Tulia con vistas a un convento de clausura, o el poemario de Pedro, o la tripilla feliz de Sàgar, o una fiesta de locas en casa de Lilith y con las canciones de Mónica, o los libros de Austral de Toni, o el jersey que me hizo la tía Ramona, o las merendolas en casa de Nickmazziu, o los abrazos digitales de Aurora, o las fotopinturas de Mos Riera, o las cervezas alemanas y hermandades de Júlia, o la estancia en la Felicísima de María Salgado, o las conversaciones sobre Quevedo con Jauralde, o la trompeta de Enrique, la magia de cerca de Dani Alés en el metro, la visita a la catedral de Santiago con Chus, la vida que me dieron mis padres (después de escribirse tropecientas cartas de amor en la distancia) [...] o los croissantes de jamón y queso que me trae el Chulo a la cama cuando estoy malica y con gripe, como hoy...]

Cuando muera el capitalismo, sobreviviremos los que sepamos hacer regalos. Los de la antigua maldición del Rey Midas, las pasarán canutas.


Por cierto, nos morimos al final. Es básico. Así que el dinero no pasa al otro lado. Caronte lleva a las almas desnudas al otro lado.

Los hindúes dicen que nos reencarnamos una y otra vez hasta que comprendemos que somos una misma cosa. Nuestra conciencia se fusiona con el todo y, entonces, tú y yo somos dos células del mismo organismo. Si nuestras células se vuelven capitalistas y no piensan en la armonía del cuerpo y la cooperación con éste, tenemos un cáncer y morimos.

Hay miles de símiles en el mundo que demuestran que se puede sobrevivir sin capitalismo. Una vida basada en el amor, y no en el miedo o el golpe de báculo. Amor inteligente, no ingenuo a lo teletubbie hippioso. (Lo siento, es que la vena punky pretende alejarse de la cursilería ;))


Menudas ideas de bombera. Ojalá todo fuera así de fácil. Me cachis.

Tendremos que madurar sesudamente un manifiesto anarcopoético. (Y encima uso anarcopoético con cierta guasa. Ay. )


PD: Pero, claro, al final, nos entretendremos leyendo un libro interesante o escribiendo un poemita, y jamás nos meteremos en política. Todo ese meollo de la sincronicidad, el open mind, el flujo cósmico de la energía, la "llama del amor viva" de San Juan y bla bla bla ya lo descubrirán los demás cuando quieran dejar de reencarnarse. Nosotros los limitamos a coleccionar secretillos.

Bomberos que apagan eriales capitalistas y que encienden la "llama del amor viva". Con sus ideas de bombero.

Improperios


[En la foto: el Etna y la reencarnación de Empédocles]


Colonizó conciencias con una sonrisa.


Escrutó en los ojos del criminal el amor desapegado por la flor del cactus.


Puso nombre al color que destila obcecada muerte. Le llamó: "negro brillante".


Detrás del rastro de lágrimas, la melancolía trenza ficciones sobre la mente.


Vio Amor de quita y pon, ordeñado de vísceras selectas.


Garbeó un rato, puso la pierna izquierda delante de la derecha y así, uno-dos, uno-dos, derechito al día que pasaba, pasaba, pasaba.


La noche aún no había comenzado y los adolescentes ya evocaban sus epopeyas.


La escritura se exhibía como el Etna que se revuelca con Zeus sobre una explanada.


Idilios maxilares y anacoretas.


Había palabras- ballena nadando sobre el océano del mundo. (Hay palabras-ballena que comen placton y que emigran miles de kilómetros hasta dormir acurrucadas a la sombra robusta de algún polo.)


(Hay imperdibles perdidos en el asfalto, que aguardan tu mirada distraída de cenefa al aire.)

lunes, 30 de marzo de 2009

[Campo en barbecho]

Hay amistades que surgen después de haber labrado el campo. Otras, brotan de golpe después de varios años de barbecho.
A veces crees que tú, por herencia genética y desviación medioambiental, eres una lunópata hasta la fibra. (Je veux la lune - decía Calígula a sus súbditos.) Aspiras a escribir algo con cara y pies, pero sólo te salen pseudopodios que mueren segundos después de ser paridos (ya no sirven esas frasecitas de Emerson, las que hablaban sobre la arquitectura u osamenta de las obras artísticas, la naturaleza orgánica de la ficción). A veces intuyes cuál es el meollo de tu vacío, y con una aristocracia natural, afirmas:
- Nadie me entiende.
Quizá dices cosas tan feas porque el nivel de litio de tu cerebro está por debajo de lo exigido o porque todavía crees no has encontrado una troupe coherente de locos. Tu vida, en definitiva, es un maravilloso Estofado. Ahora estás tumbada en el catre de tu entrópica habitación, mirando el blanco-sucio techo.
- No se preocupe. Nadie más que yo puede escucharla. Relájese. Imagine que está en una habitación en la que no transcurre el tiempo. Piense que aquí dentro, al lado de la estufa, usted está protegida. Nadie puede hacerle daño. Cierre los ojos. Imagine que una luz blanca está al lado de sus pies y que asciende lentamente por sus tobillos... rodillas... nalgas... sexo... vientre... tórax... cuello... barbilla... sienes... ojos... frente... y que sale por la cabeza, hacia arriba, limpiándole en profundidad. En contacto con esa luz todas las células de su cuerpo alcanzan la serenidad. Respire profundamente. Ahora, dígame cualquier cosa, lo primero que se le ocurra.

- Una vez quise escribir el Necronomicón con el alfabeto de mi propio cuerpo, mis palabras y mis pasos. Cuando me senté a escribir, sin embargo, algo sucedió. Un obstáculo negro entorpecía mi escritura real. Existe una ley infranqueable que impide que la vida tal cual es sea anotada en un libro o un cuaderno.

Retrospectiva

- Sàgar, MMVIII. Año bisiesto con cien días menos para ella. Empieza el Martes, Marte en un telescopio, la Rata sin agua, la Patata para comer un poco, el Planeta Tierra enfermo. Tempus Fugit. Los días pudieron fotocopiarse. Hubo risa, y llanto, y esperanza, y viaje, y reencuentro. Un amigo regresó y otro marchó. Respiramos con regularidad, comimos carne de vez en cuando, y hubo un funeral muy triste, y una barca mar adentro con las cenizas. Mis pechos fueron de otro durante unos meses. Hubo gags nocturnos junto a tu cuna. Asistí a tus primeras sonrisas y tus primeras palmitas y ese crecer sin prisa y tan rápido, esos primeros pasos solo de borracho recién llegado. MMVIII: sobrepasé el cuarto de siglo, viajé en busca de manuscritos perdidos, la tesis doctoral se termina, habré de buscarme las papas el año que viene, seguiremos mirando Marte por el telescopio de Nico, la Rata será todo menos prosperidad.

lunes, 23 de marzo de 2009

A qué precio



Dios
calcula el I.V.A.
de la vida:
y es la muerte.

Quién retribuye
el plus de terraza,
el coste del cubierto
y la buena estancia.

Vivir
con gastos pagados,
mientras puedas
robarlos.

Dios edita en Excel
la factura
catastrófica
de sueños.

Los egos,
en bacarrota,
determinan
vender acciones.

La humanidad
está en números rojos:
firmemos
un trust, un holding.

viernes, 20 de marzo de 2009

martes, 17 de marzo de 2009

Libro de sombras [chinas]





La primavera asesina al frío.

Estoy, sin prisa.

Mary Perhaps presenta tres libros en el Forgotten Pub. La rabia fue la brújula de su camino. Había enmudecido por perder el abrazo cálido de una vieja amiga. Algunas noches, tocaba la flauta grave sobre los tejados, pero salían melodías tan tristes que cuando estaban en el aire eran igual que el humo expirado por un fumador de opio.


Demasiado pendiente de sí, cayendo por la pendiente de sí misma.


Mary Perhaps rompe la cuarta pared. Te está mirando a los ojos. No le tengas miedo.

- Eh, tú. No es tan difícil que exista un libro-avatar. Escrito en segunda persona. Un libro que escriben lector y escritor al unísono.

viernes, 13 de marzo de 2009

[Anarcopoeta]


[Poesíaentunuca, by Fotometro]

Sin libropesía. Ni diabliposas.


El niño me ofrece una piedra que guardo en el bolsillo como un tesoro arcano.

Y entonces empieza ese viejo discurso, ese río interior, la rapsodia íntima del anarcopoeta. Ahora que los zagales de los parques rebañan la luz del ocaso.

Soy una mujer joven tirada sobre la arena, junto a los columpios, que ve jugar a su hijo. Serenidad y calma. Mi cabeza trama las bases de la pequeña revolución. Me levanto del suelo y me tiro por el tobogán. Los otros padres sonríen.

"Pero, he aquí que los fuertes son atados de brazos y piernas, censurados y ninguneados por la podrida y desapasionada legalidad. Y, entonces, claro está, nos vemos gobernados por auténticos pamplinas, reyes que no batallan en tiempos de guerra, falsos guías espirituales, hombres-poder temerosos de vivir, atontados por la sobreprotección, engolosados por las riquezas.

"Por eso, aguardo impaciente la llegada de un héroe, alguien con el corazón ardiente, las ideas a tres mil revoluciones, ojos que miran a los ojos y la palabra caudalosa, dardo en el centro de la diana del pensamiento. Alguien que ame al hombre y, sin embargo, denuncie sin miedo sus mezquindades, moscardones incordiantes que pululan emponzoñando la alegría natural de la vida. Alguien capaz de esquivar la conjura de los necios y de formular con solidez un sueño, con esa mirada transparente capaz de atravesar lo opaco. Alguien que pinte sobre el lienzo de la vida y que baile la música que el mundo canta ininterrumpidamente.


"¿Y si ese héroe no llega? Toma tu sonrisa por bandera, coloniza los desiertos con semilla y agua y útero y todo y espera ver cómo germina tu lucha y puebla los ojos de chispas y las bocas de claveles-entusiasmo. Chasquea los dedos y observa cómo ese héroe sale de tu piel como chistera, ese héroe que dormita en las células como el genio de la lámpara maravillosa, ese héroe que hace acrobacias sobre el ADN, el libro secreto de la existencia.


***

Hace tiempo pensaba que mis palabras sólo podían vestirse con ecos de difuntos. (Libropesía. Diabliposas.)

Pronuncia sin miedo la onomatopeya.

Penetro en tu retina con cautela franciscana. El cielo es de un maravilloso azul eléctrico. Mira cómo desfilan hombres y mujeres en procesión desordenada. Oigo en sus cuerpos la canción de la noche, el fin de la jornada. Después de la soledad, toca reunirse con los seres que bailan.

martes, 10 de marzo de 2009

Awareness




Hijos de Venus y de Marte,
mirad cómo gobierna la luz:
incluso en la noche,
incluso en el párpado que sueña.


Acepta la vida tal y como llegue. No hay nada más placentero que leer en ayunas sin oponer resistencia a los letargos intermitentes que solidifican en el alma los mundos leídos.

Atrás queda aquella melancolía por ideales desintegrados, el afán de poseer la materia y las emociones como soberana tiránica de la cotidianidad. Suelto los dulces pero nefastos grilletes del suicidio wertheriano, la tópica pose de artista decadente, la sonrisa alicaída del tedio. Destino mi acción y respirar a los modelables designios de la imaginación y la magia. La alegría es el estado natural de la vida. ¡Cuánto tiempo he tardado en descubrirlo!

Muere, farsante vanidad, que luchas desesperada por la sobrehumana hermosura. Vanidad hermética y sorda y muda y nadie.

Al fin me doy cuenta de que dispongo de tiempo, un tiempo precioso para planear la próxima revolución (la que está a mi alcance, la de los cincuenta metros cuadrados).

jueves, 5 de marzo de 2009

El sueño de la muerte


Material literario para cualquier grupo de duelo. Empezaremos con un fragmento del Sueño de la muerte de Quevedo:



En esto entró una que parecía mujer, muy galana y llena de coronas, cetros, hoces, abarcas, chapines, tiaras, caperuzas, mitras, monteras, brocados, pellejos, seda, oro, garrotes, diamantes, serones, perlas y guijarros. Un ojo abierto y otro cerrado, vestida y desnuda de todas colores; por el un lado era moza y por el otro era vieja; unas veces venía despacio y otras aprisa; parecía que estaba lejos y estaba cerca, y cuando pensé que empezaba a entrar estaba ya a mi cabecera. Yo me quedé como hombre que le preguntan qué es cosi y cosa, viendo tan extraño ajuar y tan desbaratada compostura. No me espantó; suspendióme, y no sin risa, porque bien mirado era figura donosa. Preguntéle quién era y díjome:


-La Muerte.

-¿La Muerte?

Quedé pasmado, y apenas abrigué en el corazón algún aliento para respirar, y muy torpe de lengua, dando trasijos con las razones, la dije:

-¿Pues a qué vienes?

-Por ti -dijo.

-¡Jesús mil veces! Muérome, según eso.

-No te mueres-dijo ella-. Vivo has de venir conmigo a hacer una visita a los difunctos, que pues han venido tantos muertos a los vivos, razón será que vaya un vivo a los muertos y que los muertos sean oídos. ¿Has oído decir que yo ejecuto sin embargo? Alto; ven conmigo.

Perdido de miedo le dije:

-¿No me dejarás vestir?

-No es menester -respondió-, que conmigo nadie va vestido, ni soy embarazosa. Yo traigo los trastos de todos, porque vayan más ligeros.

Fui con ella donde me guiaba, que no sabré decir por dónde, según iba poseído del espanto. En el camino la dije:

-Yo no veo señas de la muerte, porque a ella nos la pintan unos huesos descarnados con su guadaña.

Paróse y respondió:

-Eso no es la muerte, sino los muertos o lo que queda de los vivos. Esos huesos son el dibujo sobre que se labra el cuerpo del hombre; la muerte no la conocéis, y sois vosotros mismos vuestra muerte, tiene la cara de cada uno de vosotros y todos sois muertes de vosotros mismos; la calavera es el muerto y la cara es la muerte y lo que llamáis morir es acabar de morir y lo que llamáis nacer es empezar a morir y lo que llamáis vivir es morir viviendo, y los huesos es lo que de vosotros deja la muerte y lo que le sobra a la sepultura. Si esto entendiérades así, cada uno de vosotros estuviera mirando en sí su muerte cada día y la ajena en el otro, y viérades que todas vuestras casas están llenas della y que en vuestro lugar hay tantas muertes como personas, y no la estuviérades aguardando, sino acompañándola y disponiéndola. Pensáis que es huesos la muerte y que hasta que veáis venir la calavera y la guadaña no hay muerte para vosotros, y primero sois calavera y huesos que creáis que lo podéis ser.

miércoles, 4 de marzo de 2009

En un mundo de caramelo


El hombre que se pintó unos zapatos usados con graffities de colores y purpurina roja, verde y plateada, acaba de buscar en google "Máquina de escribir" y ha encontrado el blog de La coleccionista de secretos.


La Maga Despistada puede pensar, en sus ratos libres, que un buen día se encontrará a este hombre mientras éste pedalea un monociclo por cualquier paseo marítimo y fuma pompas de jabón en pipa.


Él podría perder el equilibrio y caer sobre un cojín que alguien se habría dejado olvidado en medio del paseo por casualidad. Podría quedarse allá estirado y adivinar, por un momento, qué se esconde detrás de la forma de una nube.


- Ajá, un pájaro que se ha escapado de su propio vuelo.


Entonces, un bebé llamado Sàgar se le tiraría encima y le daría un beso lleno de babas. La Maga Despistada le pediría disculpas a este hombre risueño con pinta de lunático bondadoso, y éste regalaría al bebo una espada hecha con un globo y un libro del que volarían 400 pajaritas de papel. A la Maga, le daría un mensaje encontrado en una caja de fósforos dentro de una papelera:


- Sé ardiente, jamás consumida.


Luego cantarían lied en alpargatas sobre una farola, en el ojo de un huracán.


Dos grandes amigos, sin duda. Se emborracharían de aire en días azules y marítimos. Y tendrían un puñado de caramelos de miel y limón en el bolsillo, como moneda de cambio.

lunes, 2 de marzo de 2009

domingo, 1 de marzo de 2009

Fluoxetina Stada


Esa boca es una montaña rusa. Si usted quiere subir a ella, abróchese el cinturón de seguridad. En cuanto se ponga en marcha, contenga la respiración. La primera bajada es mortal. Descencerá por los raíles de sus miedos a doscientos kilómetros por hora. Después ascenderá por la sonrisa de júbilo, esa euforia de diosa que cree herir la luna con una bayesta (Luna sangrante como el jabalí alcanzado por la mirada de un cazador furtivo). Pero no se engañe. Esa boca asfixiada traga aire y escupe sonidos con grumos que serán dolor, nunca un poema.

***


La tristeza es una mujer gorda con ganas de ver películas. Come sin parar, con amebismo. La tristeza lleva bata y zapatillas, no quiere peinarse. La tristeza tiene tres michelines plegados cuando está sentada en un sofá trágico. Come las palomitas de la desesperación mientras se pudren las ilusiones como flores cortadas en el jarrón que yace encima de la mesa. La tristeza es esa ambición de noes húmedos que resbalan por la cara hasta crear charcos en el suelo. Una porquería que habrá de fregarse. La tristeza le ha ensuciado el piso a esa mujer gorda con ganas de ver películas.