domingo, 28 de diciembre de 2008

Arrugas parlantes



[Palabras de un papel arrugado en el bolsillo]
Nací ayer.

De lo contrario, habría dicho:

"nací nunca".


[En este silencio es imposible confesar nada.]


Existen diversas maneras
de odiar,
diversas maneras
de estampar amor.

[Da lo mismo, el tiempo transcurre mientras tanto.]



Todo eso, y
la suerte.


Somos insectos en la corteza terrestre,
que nacen y mueren
con aceleración:
Nada, para la larga vida de la capa del mago.
Nada, para el sembrador de estrellas.

Dios intermitente de los místicos tripados:
pareces déspota
con estos trozos de carne con conciencia.
Ven a darte un paseo conmigo, esta tarde.
visita el dolor microscópico antes de la bisección.

viernes, 26 de diciembre de 2008

I'm Nobody too. I'm drinking pianos.



- ¿Dígame?
- Buenas noches. Usted no me conoce.
- Y, bien...¿Quién es?
- Perdone, estoy nerviosa.
- Dígame, por favor.
- Tengo un nombre común, que casi podría escribir con minúsculas.
- ¿Y qué es lo que desea? ¿Por qué llama a estas horas de la noche? Estaba a punto de acostarme.
- ¿Vive usted solo?
- ...



- Sí... ¿Quién es?
- Perdone... No cuelgue, por favor.
- ...¡Quién es!
- No cuelgue, por favor...
- No sé por qué no debería hacerlo. Mañana madrugo, ¿sabe?
- Verá... Si he hecho esta locura de llamarle es porque intuyo que moriré pronto. He marcado su número de teléfono al azar, pensando que respondería alguien que no puede dolerme, con el que jamás me he cruzado en la vida. Si usted hace el favor de escucharme, puedo pagarle lo que sea. Tengo ahorrado muchísimo dinero...
- ¡Pero son las doce de la noche! ¡Y mañana he de ir a trabajar! ¿Qué clase de locura es ésta?
- Siento haberle molestado. Buenas noches.
- Buenas noches.
-...




- ¿Sí?
- No me conoce. Le llamo porque me siento muy sola y he marcado su número al azar para poder hablar con alguien.
- ¿No tienes amigos?
- No lo sé.
- ¿Sabes qué horas son?
- Sí, y un hombre al que he llamado antes que a usted me ha colgado el teléfono. Entiendo que nadie tenga tiempo para mí a estas horas de la noche.
- Me alegro de que lo comprendas. Una ya tiene suficiente con sus propios problemas. Pero tranquilízate un poco. Seguro que no es tan grave.
- Seguramente...
- Lo siento, pero tengo que colgar.
- Está bien.
-...


- ¿Diga?
- Hola, buenas noches.
- Buenas noches.
- ¿Con quién hablo?
- ¿Quién es?
- Verá, usted no me conoce...
- ...

Por aquel entonces, no servía de nada creer en la bondad de los desconocidos.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Drap art y vertederos







El arte para mí es una alquimia. Estoy obsesionada con la basura. Sé que puede resucitar y destilar belleza. Igual que un ser humano derrotado puede levantarse del trono de su dolor y lucir como alguien nuevo, más fuerte.

¿Qué es la basura? La basura es antigua vida desordenada. Es el cadáver de nuestro consumismo atroz. El alquimista la reordena, la recoloca, le otorga la unidad y el sentido que necesita lo absurdo acumulado. El mundo se está llenando de mierda y necesitamos a alguien que sepa convertirla en oro.

He aquí mi propuesta. Montar un festival de drap art sobre un vertedero. Artistas convenientemente vestidos con trajes de goma, máscaras antigás y demás, hurgando entre la escoria y viendo si son capaces de convertir el infierno en paraíso. Unos componiendo, otros tocando música, aquellos recitando sus poemas, escribiendo mensajes para las botellas rotas...

Sí, el lector aburguesado piensa que hay que ser una motivée para hacer esto, quién coño se va a apuntar a algo así de desagradable. Creo que este festival sería una acción artística de contenido filosófico profundo sobre el estado actual del ser humano y su relación con el planeta tierra.

Así que, desde este sumidero de ideas, vertedero de mi alma, os convoco. Quien esté interesado, ruego que me escriba al mail.
Felices fiestas. (Pensad en cómo se llenan los vertederos después de la Navidad...)

jueves, 18 de diciembre de 2008

Cronos, Heráclito, el río y el sexo (intento de meditación)



El tiempo es una jaula.


Hoy ya está pasando. La frase anterior, ya es antes. Antes. Mañana no existe, pero pasado mañana será pretérito perfecto simple. Esto es un alivio para el dolor. Y nostalgia anticipada para el placer. Es la condena de la cuarta dimensión.
¿Y qué es lo que mide el tiempo?


EL CAMBIO

Mira el ahora sin aferrarte a una imagen intacta de las cosas.
Sigue la respiración que te da vida, sin forzarla.
Cierra los ojos.





Vienen pensamientos a mi cabeza y yo los dejo marchar, como esas bandadas de pájaros en invierno.
Y, entonces, siento un frío caliente en todo el cuerpo.
Yo soy.
Yo existo.
Pero más allá de estas palabras.
(A eso lo llaman meditar. Ummm.)



- Todo fluye y nada es.- dijo Heráclito.



Sentimos angustia cuando pretendemos que las cosas no cambien nunca. A veces, una imposición o un dogma nos da una imagen distorsionada de la realidad. Porque, claro, como le decía esta mañana a mi cómplice:


- No te bañas dos veces en el mismo río.

Y luego, con risas:


- Tampoco te bañas dos veces en la misma mujer.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Escribir de fábula (micrometanarración)


Antes de escribir un poema, la cigarra quería inventar una receta, tomar un alucinógeno, proyectarse astralmente, viajar a otros países, aprender a bailar, disfrazarse, memorizar una canción, vivir amor y desamor, hacer fotos de edificios en ruinas, tener tres pseudónimos, ir a la ópera sin ropa interior, participar en una orgía, organizar un banquete para todos los mendigos de la ciudad, dirigir un proyecto artístico, redactar una tesis doctoral sobre literatura del Siglo de Oro, seducir a un famoso, tener un hijo, destruir a alguien malvado. Antes de escribir, la cigarra quería que la vida le escribiera encima. Murió antes, sin embargo. Y pasó hambre en invierno. Su única obra literaria fue un graffiti escrito en una piedra.
La hormiga, en cambio, cada día acumulaba una palabra. La guardaba en el granero. La glosaba pacientemente durante ocho horas de jornada laboral. Luego, la entrelazaba con otras que conocía, la hilvanaba en sólidas estructuras sintácticas. Con los años, publicó varios libros aceptables: novelas que ganaban premios, porque estaban bien trabadas y escritas. La hormiga tenía una columna semanal en el periódico, y los críticos literarios le hacían entrevistas y le invitaban a aperitivos. No pasó hambre en invierno. Pero la vida no le escribió encima. Y no dijo nada importante. Alguien, sin embargo, había garabateado un vandálico epitafio sobre su lápida:

- Paren el mundo, que me bajo.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Encuentra las 7 diferencias


En la entrada del metro me ofrecieron un papel, que guardé en el bolsillo. A la salida, me ofrecieron otro, que tenía pinta de ser el mismo. Le dije al repartidor:

- ¡Si ya tengo uno!

Él sonrió sonrojado y respondió:

- ¡No! ¡Son diferentes!

¿Qué te parece? ¿A cuál de los dos llamamos? ;)

jueves, 4 de diciembre de 2008

miércoles, 3 de diciembre de 2008

C.R.I.S.I.S.

Con Razonable Irrisión Sostengo una Idea Soluble
Cada Rumbo Implica Saber los Innumerables Senderos
Canta y Ríe Irónica Sin Idea de lo que Será


Aterriza en el mundo, poeta.

Porque has nacido para cantar sobre los paisajes del sentimiento humano, y aquí siempre viene gente, cada mañana tomas un café en este bar.

Y tú apuntas en tu libreta algunas cosas, tan prosaicas que, a veces, parecen sin importancia, y darían lugar a una novela mala, sin imaginación, de final apocalíptico. Una novela básica, llamada: "No tengo guita. Fíame."


De qué sirve la cultura si la gente tiene hambre. Ya no te hablan de amor o desamor, te dicen que tienen miedo del frío y de las tripas.


Esas caras alargadas que sólo pueden respirar con nicotina.

- Ése, despedido: treinta años currando en la misma empresa, a cinco de jubilarse. Ésa, divorciada, con dos críos, cobrando mil euros y pagando ochocientos de alquiler. Ufff, y aquél... se ahorcó anoche. Pero no hablemos de eso, que da cosa.


Gruñen cuando leen el periódico. Maldicen porque sólo tienen ese derecho a queja, mientras miran impotentes a un hombre engominado que nunca se puede tocar, ése que vive dentro de la tele.


- Rafa, fíame. Y ponme otra cerveza.


La poeta llega a casa y pisotea sus papeles embadurnados con versos. Se da cuatro cabezazos contra la pared, lee el blog de Leopoldo Abadía y se pone a plantar patatas y cebollas en el tejado.