domingo, 30 de diciembre de 2007

Paco, un poeta robot

Se llama Paco. Lo he conocido tarde, pero tal vez su existencia os sorprenda tanto como a mí.


sábado, 29 de diciembre de 2007

La niña zig-zag


[Foto: Vestido de niña hecho a mano]


Era casi una niña, y la preñaron las dudas y las metáforas. Su vientre aprendió de la esfericidad del sol y de las rotaciones de las bailarinas y poco a poco iba expandiéndose, con la precisión de un reloj o una brújula. Pasaron nueve lunas y aulló a medianoche. Cada contracción era una ola de mar que había de saltar para no ahogarse, las cronometraban unas lapas adosadas a su barriga palpitante, unos controles de unas comadronas de un hospital cualquiera de una ciudad con atascos. Alguien salió de aquel vértice, y lloró y hubo sangre y sangre y líquido y placenta y luego leche. El bebé mamó y lloró y mamó y lloró.



Era casi una niña y ya tenía esas marcas de meteorito en las caderas, y la flor de su sexo había dado un fruto jugoso lleno de conciencia y suavidad. Zigzagueaba a ese niño en sus brazos, que eran una barca a la deriva, y lo mecía y le cantaba y lo mecía y él lloraba y mamaba y lloraba y mamaba hasta quedarse dormido.


Puso un nombre a aquello. Puso un nombre a esa conciencia y suavidad. Y cada día lloraba y mamaba y lloraba y mamaba. Y cada día lo mecía y le cantaba y lo mecía y le cantaba. Y luego paseaban abrazados si hacía sol con vitamina D. Y luego jugaban y él reía un poquito y él decía gugu y lloraba y mamaba y lloraba y mamaba hasta quedarse dormido.


Era casi una niña y su mirada se convirtió en un pozo grave. Era casi una niña y sus pasos y sus gestos y sus voces eran cuidadosas y prudentes. Caminaba por los días como una trapecista sobre la cuerda floja. Y había vértigo y nostalgia, pero cantaba y mecía y cantaba hasta quedarse dormida.
Era casi una niña y la preñaron la luna y los ruidos de las sábanas. Su vientre creció y estalló como una supernova. Y luego llegó ese niño calvito y suave y llorón.
Y, colorín colorado, este cuento se acabó.

jueves, 27 de diciembre de 2007

Feniletilamina (la yonqui del amor)

[Cuadro: El beso, Gustav Klimt]

La yonqui del amor pasea bucólicamente por prados micro y macrocósmicos, despliega su sensualidad de telúrica conmoción ante lo brillante y hace una fotosíntesis indistinta ante el sol y la luna. Es cleptómana de la caricia. Es viuda de un bigotudo moral, calvo y gordo, capitalista desgreñado, al que dijo, escupiendo: non serviam.





La yonqui del amor desfila con porte militar por un bosque de libros, ansiosa y hambrienta como las lepismas ante las palabras esdrújulas. Estrangula cada cuarto de hora un falo tremebundo, deja que el esperma se desparrame por el interior de su útero dentado, y entonces -¡vivir para ver!- entona una nana inspirada en los diez Sephirotes.



La yonqui del amor embelesa a los mayordomos del Ritz con sus pantalones rayados made in clochard tomados del container y sus dedos manchados de Nutela lasciva, amígdalas de trufa o delicatessens. La yonqui del amor muere al pronunciarse, se desmelena por abajo y su trasero es más elocuente que su dentadura.



La yonqui del amor es condenada por la Inquisición, es lapidada por los académicos, es insultada por los poetas románticos que buscan en la literatura belleza inservible de tópicos vertidos en la papiroflexia.




Por ello, la yonqui del amor es asesinada cada día en los telediarios, es despreciada por los cincuentones que lucen su corbata con ambigua gallardía, es mutilada por los manuales de protocolo poético y jamás será publicada, y jamás ganará un concurso literario, porque sus verdades son hirientes como los vertederos escondidos, su contorsión provocaría otro Crack del 29, su mirada es un arma de destrucción masiva y sus omóplatos, demasiado parecidos a unas alas, quedan registrados en los anales de fenómenos paranormales, OVNIS.

martes, 25 de diciembre de 2007

La borracha del sexo



El distraído expande el tórax como un paraguas plegable,

todo cuanto respira se transmuta en flor y enraiza en sus pulmones,

yo amo a este payaso noctámbulo, toco a menudo sus vértebras.

Sus labios son un taxi barato.

sábado, 22 de diciembre de 2007

Ejército de Sàgars













¿Qué sucede cuando se pone un calidoscopio en el objetivo de una cámara digital? El resultado es espectacular. Multiplicamos la realidad y nos asusta...¡He aquí un ejército de bebés curiosos! ¡Esperemos que no se pongan a llorar a la vez!

viernes, 21 de diciembre de 2007

Mmmmm... la princesa punk


[ Fotografía de Patti Smith]

La princesa está histérica…¿Qué tendrá la princesa?
Los insultos se escapan por su boca de anemia.
que ha perdido la chispa, que ha perdido el sabor;
la princesa está pálida en su jaula de oro,
está mudo el teclado de su ordenador sonoro,
y en un vaso, olvidado, se desmaya el alcohol.

El hachís puebla el triunfo de los ocios letales,
parlanchina, la juerga, dice cosas banales,
y vestido de rojo piruetea el amor.
La princesa no ríe, la princesa no siente,
la princesa persigue por debajo del vientre
la libélula vaga de una vaga erección...

martes, 18 de diciembre de 2007

Bipolar




Yo epicúreo

Un acordeón se esconde en el borde del pecho,
hoy puede estallar mi tórax infinito;
tras el laúd, la cuerda vocal besa a la nota:
hoy todo puede ser coloreado por un guiño.

Sonríe la costura de los calzoncillos divinos.
“Oh, por Zeus, hoy lo he visto,
Hoy he visto los colmillos de las mariposas mientras liban
Hoy he visto los ojos en blanco del camionero extasiado por el kilómetro.”

Puedo amar los zapatos de todos los números,
me desmayo ante la estrella más minúscula;
soy pobre, pero todo es susceptible a mi soborno.

El fracaso ya es un trampolín de consuelo.
¡Cómo vuelan los ángeles caídos!
¡Cómo se goza detrás de todo llanto!

Los dientes chirrían tras su cárcel de besos;
los ojos pueden vaciarse para mojar la tierra de miradas.

Yo gruñón

Señores, seré directa:
Ustedes me matan.
Me descoyuntan el cráneo
(con sus patrañas).

Me estucan las ganas
de ser buena persona.
El cuerpo del delito
son sus perchas.
El crimen es existir
(de ese modo).

S'il vous plaît; excusez-moi!
Aprendan a respirar mejor.
De lo contrario, las ranas croan,
el sol brilla; pero nunca nada.


*

No puedo compartirme.
Estoy deshabitada.

Señores: aléjense,
prefiero ser ermitaña.
Prefiero sufrir honestamente
o burlarme honestamente de ustedes.

Odio sus imperdibles y sus mecheros,
odio sus risas y empastes,
odio sus recipientes y sus vaqueros,
odio cada uno de sus nombres
y aunque estén de guasa o me hablen en serio
me aburren sus gestos
y me horripilan sus fórmulas sobre el tiempo.

Me calumnia ser nombrada, o referida, o tocada.
El repelús camina sobre una sierra mecánica.
Me infecta el solo contacto de su mirada.



lunes, 17 de diciembre de 2007

Soresquiana



la masa humana me envuelve
y soy otro feto poco evolucionado
que al llegar a la parada passeig de gràcia
es parido a propulsión sin instrucciones

por eso suelo decir
que por las mañanas vuelvo a nacer
aunque la tormenta golpea
en una pequeña gota de sudor
y ningún reloj asfixiante o de rodeo
me desfigura lo suficiente
con sus ganchos de segundo por la espalda

me veo reflejada en el escaparate
por más que me paso las manos
el mundo no desaparece
los pelos se enredan en el semáforo
los fantasmas ponen zancadillas
mientras yo me esmero
en el asunto estúpido y orgánico
de caminar a la vez que mis glúteos

llego a la facultad más o menos segura
de una seguridad que me han enseñado
las actrices monstruosamente virtuosas
y los bancos desiertos de los jardines

después saludo al primer estúpido que me ve
con sus ojos cubiertos de corteza o de cemento
y me presento: hola soy un hueco insípido
o agujero negro y llevo un sujetador de la talla 90

tras mi programa de autómata llego a casa
coloco algunas sillas ante mi espejo
y tras acostumbrarme a mi no cara de plástico
les leo un discurso pesimista y largo
de hada madrina ahogada en el café

me he emborrachado de televisión apagada y tridimensional
(he visto a sacos de patatas bípedos y racionales)
pero me quedan cuatro tragos de ozono en la garganta
y debo sonarme los oídos para expulsar
el desagradable sonido de las taladradoras
y de los machistas disfrazados de mecánico
y el graznido de las adolescentes treintañeras
que ríen porque tienen encefalograma plano
pero los pechos les sobresalen y eso ya es suficiente


la hartura me empaña esas gafas que no llevo
debido al alto precio de una insípida montura
y no quiero que ningunas gafas cabalguen
sobre mis orejas
ningún susurro ni poema ni quejido ni lamento

me divorcio de los rasgos de una mujer que se me parece
no quiero que vuelva a llamarme
aunque mi nombre suene tan bien cuando lo pronuncia
con sus cantos de sirena afónica
la voy a asustar con un vestido nuevo y barato
un desnudo sutil y casi sacro y obsceno de monja o puta
quiero que grite como una chiquilla estúpida
y que se aleje de mí con sus tarros de miel y sus carpetas

Amor consumista




Cada cual tenga cuidado con su papelera
porque
Arman sabe lo que somos por nuestros despojos.

¿Qué debió de tirar ayer el ser que amo?

El papel higiénico de todas las mañanas,
el sobre de azúcar del café matutino,
tal vez la tarjeta de metro agotada,
quizá la propaganda del buzón,
media docena de latas de birra,
un par de cajetillas de tabaco rubio
y el plástico que envuelve un poemario de Cela.


O

El papel higiénico de todas las mañanas,
el sobre de azúcar del café matutino,
tal vez la tarjeta de metro agotada,
quizá la propaganda del buzón,
el envoltorio de un surtido de galletas Cuétara,
un par de paquetes de kleenex
y el plástico que envuelve el último CD de Patty Smith.

¿Y qué me parece más atractivo?
¿Un cáncer de pulmón o un ataque de alergia?

***

(Cada cual tenga cuidado con su papelera,
porque Arman sabe lo que somos por nuestros despojos.

¿A quién debió de tirarse ayer el ser que amo?)

domingo, 16 de diciembre de 2007

Reflexión sin imagen adjunta a las dos de la madrugada

Sàgar duerme. La casa está embrujada. El espejo refleja a una mujer que es igual a sí misma + madre + un bebé. Pero al ser madre no es -yo, - ella, -antes, - niña. Un pulso con la muerte. Extrañeza perpetua ante un mundo que florece y se marchita. Los ojos son agujas imantadas, brújulas que ladran los caminos y desembocan en los parques.

sábado, 15 de diciembre de 2007

Epílogo febril

Ahora mismo van a reventarme los ojos
si antes no me fusila la vida.
Las otras mujeres florero me han hecho
una reverencia distinguida. Avisan:
"No te fíes de la lengua de los jardineros;
dicen que te riegan porque seas bella,
pero en verdad buscan el negocio

de venderte en el mercado de las lechugas."


viernes, 14 de diciembre de 2007

Filosofema de Madame Bovary






Tantos años callando
para no nombrar.

Tantos años ( ) ignorando
el pellizco súbito de las costillas.

Hasta cuándo reservaremos
esta voz rociada de absoluto.


Cuándo, sin espantarme, diré:
"alma"

Cuándo, sin espantarme, diré:

"tengo alma"

Cuándo, sin espantarme, diré:


"El alma sufre."

¿Hay fin?

No sabemos.
(Eco.)
(Con temblor; sin alas)
La muerte…¿es tan…dura?

(torpemente)

"Quizá existe alguien ahogado
(alguna vez)
en el éter."
¿Estás?
"Mientes, silencio."
(Tanto dolor dosificado…)

"Detrás de lo atravesado,
entre estrecho y estrecho,
tal vez se moldea un cuerpo"

(tal vez)

(anacoluto)

¿Bautizar?

No puedo ser feliz.
No se entiende. Quién.
Por qué manos al final de ti.



Mírate, mujer. Sin duda: mujer.
Y mira
dos hombres.
dos hombres perfectos e imperfectos.

¡No!

¡Vivo, camino, toso (insípidamente)!
¡ Fuerzo, engullo, corro (insípidamente)!



¿Sobremorir?

Nadie lo sabe.
Sólo el charco recuerda haber sido, ser lluvia.
Sólo la sangre sangra.

quizá tal vez no sé aquí
no según perdón no no
salir del error
(si no, tal vez, sinmundo)
olvidar al (yo) (…) enterrar(lo). herir(lo).
(desdibujad(o), escondid(o),
detrás de (sí mismo).)
ahorcad(o) en su interrogante…


(?)
todavía




(No te fíes, no te fíes, no te fíes)




¿En qué escalón aguardará el tropiezo?

¿Bastarán encías para sonreír?

Sencillez, dónde enjaulaste.
Sencillez, dónde enjaulaste tus.
Sencillez, dónde enjaulaste tus [dotes de cometa humilde]

En qué estrato
En qué piedra
En qué cuerda [vocal]

Sencillez…¿puedes mirarme?
¿Puedes atravesarme - sencillamente- y sin dolor
-sencillamente- Sencillez-
con la humildad indecorosa
con la fascinación pretérita
con un otoño en el iris

¿Puedes, sencillez, seducirme?
Mas detrás
-traspuesto, irónico, pequeño-
-casi siempre con rotundidad-


el calidoscopio

(perdido en sí mismo)
(anclado en sus tirabuzones)
Maraña.
Y sencillez callada (tímida);
(sin compasión hacia el ruido)
(con la inercia del miedo)


TAN TIERNA Y PRESTADA


Pues llora, Sencillez, llora.
Rasgada tu piel, llora.

Qué saeta pervivirá
hasta el fin de la serenidad


salvar
sencill[ ]
sencilla

la mejilla nutrida
en mullida
almohada

Pero.
Siempre no se aproxima demasiado
Siempre, arrepentida en el paso.

Como si no del todo.

Como si no.

DEL TODO.

martes, 11 de diciembre de 2007

Si alguien se me presentara así le daría un beso y una bofetada



¿Cómo estás, querido querido querido?

(Ofelia, la maga, la artista de la locura,
la virgen del aborto,
la chiquilla que codicia el plumaje de los pájaros,
la dama esdrújula y telúrica
cuya pasión trepa por las escaleras
de la imaginación,
la mujer tan ligera
que podría caminar sobre el bostezo,
etcétera.)


(Ω)


Tararea. ¡TARAREA!
Arranca con crudeza esa lágrima tatuada.
DANZA TRIBAL TAMAÑO RASCACIELOS.
LITURGIA SOBRE EL ÓMPHALO DE FÉNIX.

ESTALLA, ¡ESTALLA!
TARTAMUDA DE GASÓLEO INAGOTABLE.
NECESITAS UN ATLAS CRECIÉNDOTE EN LA BOCA,
EL DEDO AMPUTADO PARA IMPRIMIR EL VERSO BENDITO.

SATURNO EN CONJUNCIÓN CON LA LUNA
HA LLEGADO A HORCAJADAS E INSISTE EN BESAR
FLORES DE LOTO y BELLAS DURMIENTES.

(Pero escucha la lengua sigilosa de las nubes.)

Inolvido


después de todo
aspirar hondo
seleccionar una sola estrella
pensar un deseo
buscar tréboles

sostenerse sobre el fuego de una cerilla
creerse de nuevo portavoz de algo no revelado todavía
imaginar que es posible caminar sobre el agua llorada
con el adiós chirriando, pero sin escucharlo,
sin apreciar su susurro lento

en ese ayuno de mundo despiadado
en ese ayuno de mundo