martes, 28 de abril de 2009

Chismografías del tedio


[Duane Hanson: Young shopper]

Vas a buscar al crío al cole y puaj, marujas blableantes salivando. Cuarentonas de ojera, jaqueca y diafragma poco amortizado... Conversaciones de besugo a nueve euros el kilo. El exceso de amabilidad y la hipocresía de algunos días temerariamente soleados ha hecho un daño irreparable. Esas señoras ahora saben que existo, y no dejan de ametrallarme con sus abrillantadores y nimiedades de supermercado, me asquean con su aislamiento doméstico, su énfasis en la otredad marital y todas esas poquedades de espíritu y chismografías del tedio. Yo debería escaquearme ipsofácticamente y fagocitar nubes un rato: esos horizontes soñados más allá de las dos lavadoras diarias y las pelusas de moqueta, esas danzas cósmicas ajenas a todas las obsesiones celulíticas de faja y crema antiarrugas.

¡Aléjense de mí, marujas-zombies!

Les saludé por compasión, y ahora formo parte de sus festines lingüísticos, garrapatas horteras con los labios pintados. El hombre con el que no estoy casada sabe freír un huevo y cambiar pañales. El hombre con el que no estoy casada no me trata como a un mueble. El hombre con el que no estoy casada no es la niñera de su hijo: es su padre.

Veo rostros que no sonreirían ni ante un Humpty Dumpty reproduciéndose (apostilla al anónimo). Veo frustraciones mastodónticas y una moral por los suelos: eso sí, suelos impolutos, lejiados y encerados hasta la extremaunción...

lunes, 27 de abril de 2009

Una tortilla de Humpty Dumpty







Humpty Dumpty es una metáfora de la fragilidad lunática, del cosmos pitagórico, del descalabro por la escalera de Jacob. El huevo antropomórfico con delirios de grandeza puede dejar de ser inglés y convertirse en una ridícula tortilla a la francesa. Nosotros le añadiremos patatas, por si acaso. Su fracaso, entonces, será más suculento. (Si la locura se avecina y te rompes la cabeza, fríe papas.)

viernes, 24 de abril de 2009

miércoles, 22 de abril de 2009

El "exordio" apócrifo de mi tesis

Como reza el lema latino: Verba volant, scripta manent. Las palabras se las lleva el viento, pero la escritura permanece, porque es un soporte elemental de la memoria. El tiempo es una máquina del olvido: aniquila innumerables momentos, estados de ánimo, pensamientos y sueños de la vida de todos los hombres. La muerte, verdad última e inexorable, destruye el cuerpo que respiró sobre la faz de la tierra, sepulta la mano que empuñó la pluma y el acero, apaga los ojos que contemplaron el paisaje de una época. Después, el transcurrir de los siglos y la tendencia natural a la pérdida del orden (la segunda ley de la termodinámica, la entropía) diseminan, erosionan y destruyen esa información del pasado.

Sólo podemos conversar con los difuntos a través de los documentos que han sobrevivido a los siglos. Por eso es nuestro deber rescatarlos, antes de que perezcan deshechos en el polvo, en motines de guerra o bibliotecas de Alejandría; entre arbitrarias censuras o inclementes plagas de gusanos de papel.

Los filólogos -amantes de la palabra, traductores del tiempo y arqueólogos de la escritura- trabajamos para recomponer la historia de nuestra civilización con la voluntad de ser fieles a una hipotética realidad. Los filólogos de verdad no somos eruditos a la violeta, pedantes datófagos o chupatintas. Muchos de nosotros somos creadores de nuestras propias obras de ficción. Escribimos libres en nuestro tiempo libre, aunque parece que esta labor lúdica del creativo es incompaginable con la del intelectual. Y por eso, el personal académico ha de llevar siempre en secreto su risa infantil de niño creativo, que ve en la literatura motivos de sorpresa, de curiosidad, de EMOCIÓN.

martes, 21 de abril de 2009

Cómo se escribe una tesis doctoral

[Quevetesis: término acuñado por Pedro I Guerrero. He decidido llamar así a este cuadro que pinté sobre un madero.]
La pregunta del millón:

- ¿Cuándo acabas la tesis?


El tontorado, dijo alguien. Porque comerse la olla con lo mismo durante un largo periodo de tiempo te hace más tonto que sabio. Obseso necrofílico de la historia. Desenterrador de cadáveres auriseculares. Cuatro años de orgías de la imaginación alrededor de un tipejo feo que escribía de maravilla.


Después de esto, me creo capaz de escribir sobre cualquier cosa. Una descripción pormenorizada sobre cómo se fabrica el pa amb tomàquet. Un estudio comparativo entre el proceso de formación de las galaxias y las pelusas de debajo de la cama. Traducir la Divina comedia a código MORSE y representarla con instrumentos de percusión, combinada con una coreografía de ballet clásico.
Sí, estoy algo agitada. Tengo contracciones de Braxton Hicks. Estoy a punto de dar a luz un monstruo de la naturaleza. Es emocionante.

El género "tesis doctoral" es, por lo demás, ingrato. El forzado tono aséptico y neutro (como si la objetividad dependiera de eso o existiera acaso, me cachis) mutilaba mis frases y las hacía sangrar, torturadas por la camisa de fuerza de la cita bibliográfica.

Mi mente ha supurado durante años en una mazmorra académica, y aun así, he intentado desasirme del yugo esterilizador del pseudorigor científico que pretenden las filologías, cuando en verdad viven y beben de las pajas mentales de cuatro asentados catedráticos. (Por cierto, que cátedra significa silla, y entonces decir "asentado catedrático" es una redundancia).

Y ahora viene cuando me levanto de la silla de ruedas.

viernes, 17 de abril de 2009

Muy mucho


[Dicen las malas lenguas que si miras atentamente esta imagen te harás millonario en cuatro días. Vale. Qué fácil. Deja de trabajar. Esta foto te hará rico.]


Llevo una piedra blanca en el bolsillo de la chupa roja. La recogí de entre muchas otras piedras blancas. Era belleza entre belleza. Y, entonces, pensé: "mira, es una piedra de bolsillo, la piedra de la abundancia".

Y, es verdad, cuántas piedras blancas que hay en el mundo. Tantas como estrellitas de angelitos obesos barrocos siestanubes.

lunes, 13 de abril de 2009

¿Qué es la aventura?

[Las botas de Van Gogh]

¿Cuántos pasos hay que dar para decir que se viaja?


Una vez crucé el umbral de la puerta de mi casa y, en el plácido paseo que lleva de mi calle al río, pude imaginar la danza de la Tierra alrededor del Sol y el traslado de un plato sucio de sobremesa a la pica del fregadero. Entonces, me pregunté: ¿qué significa aventurarse? Estuve meditando un largo rato y apunté en mi bitácora los siguientes pensamientos:


1. Si pensamos en la inmensidad del Universo, no es mucho mayor la distancia de la Tierra al Sol que la que media entre un plato sucio y la pica del fregadero.


2. Recorrer los diez centímetros que separan unos labios de otros puede ser más alucinante que dar una vuelta al mundo en Concorde. (Los pobres no viajan en Concorde. Los pobres se enamoran.)


3. El espíritu aventurero tiene que ver con la expansión de la conciencia y la búsqueda de lo desconocido.


4. Vivir una aventura no depende del camino, depende de la actitud ante el camino.


5. Existe una voluntad de fluir, de circulación, de dinamismo.


6. Da igual si puedes o no pagarte un billete de avión, una dosis de LSD o alquilarte un Ferrari durante dos horas para ir al trabajo. Emily Dickinson salió poco de su pueblo.


7. El peso de la aventura está en el poder perceptivo del individuo y su capacidad de asimilar lo inesperado.


8. Los deseos son la brújula del camino. La imaginación cataliza el fuego de la aventura.


9. El miedo y el prejuicio son los principales enemigos de la aventura.


10. ¿Cuánto estás dispuesto a perder? Disolución del yo en el paisaje. La capacidad de asombro es directamente proporcional a la voluntad de entrega cósmica. (E interpretad entrega cósmica como gustéis, incluso con arqueamiento de cejas).


11. La aventura no tiene por qué ser involuntaria.
Toda aventura que se precie puede planificarse.

12. El arte es una aventura planificada, donde la Obra Magna es la propia vida. (Algo que Aurora dixit, Chéjov dixit y que todos los artistas "de verdad" acaban corroborando).

viernes, 10 de abril de 2009

Anarcopoética


[Infinito musical]

Revolución precisa para cazar diabliposas insistentes. Palabros volátiles, O.P.N.I. (Objeto Poético No Identificado), pupurris, punkolirismo, vocabriola, alzhéiher de la cuadratura del círculo, vinorritmos, medusas cerebrales, lumpenismo visceral, bazofia marítimo-amorosa, conciencia capicúa, úlcera métrica, labios con chubasqueros, protesía para caminar, prótesis-abrazos para mantenerse en pie, vaho divino, válvula de escape, ecue-yamba-ó, sóngoro cosongo, álgebra de mano y piti y mano y piti y existo, acrobacia sin nota a pie descalzo, un molinillo de viento en la lengua, anadiplosis en la encía, verborragia me desmayo sin tirita farisea, tubérculo crepuscular en la faringe del amigo-amígdala, volver a la A, morir en la Z, yacer en la X, hipotenusa en las piernas que caminan (embudo-nariz, cabeza-aspirador, ingle-compás). Lavavajillas literario. Osteoporosis de abstractos, letras de maíz, mirada de póker de ases. Yonki de confusión intravenosa, orgasmo sigomático, odisea dactilar en un solo cuerpo escogido que me parte en dos me cachis como el báculo de Moisés en el Mar Rojo. Despotricar senderos y cobijar telarañas bajo las bragas. Pero quiero nenúfar en el punto G de mi bolígrafo. Epopeya de almohada y parpadeo, hechizo en los bajos fondos, Metro L2-carroza de caballos. aMOR eSTOCOLMO, Somormujo Lavanco en el dedo índice, uñas dióptricas pasapáginas. Inundación de cóctails-Molotov en el plexo solar. Sombrero-herida, sombrero-matriz, sombrero-cicatriz. Manada de yoes enhebrando el cielo con la conciencia. Asiento-basilisco máquina de escribir. Pulsar la tecla es coronar el Everest. Sílfide termodinámica sobre tacones levíticos. Helicópteros, alfileres, rayos UVA. Viento descapotable, noche que cocina el firmamento al vapor, Enéada-Eneida junto con juncos oníricos que dirán que sí cada vez que preguntes por qué sube el precio del pan y tú sintigo, güey. Deshollinando hogares a través de las mejillas cálidas llenas de besos per-versos y bofetadas de Rita Hayworth.

martes, 7 de abril de 2009

La puerta en el muro


[Banksy sobre el muro de Gaza]


Existe esa vieja historia que cuenta H.G.Wells:


"¿Cómo explicarte? Apenas estuvo la puerta cerrada a mi espalda, olvidé el camino con las hojas caídas de los castaños, los coches de alquiler y los carros de los mercaderes; olvidé esa especie de atracción gravitatoria que me ceñía a la disciplina y la obediencia en casa de mi padre: olvidé todas las dudas y temores, olvidé la discreción, olvidé todas las íntimas realidades de esta vida. En un instante me convertí en un niño feliz, maravillosamente feliz en otro mundo. Era un mundo diferente, con una luz más tibia, penetrante y suave; con una tenue y clara alegría en el aire; con hebras de nubes acariciadas por el sol en lo azul del cielo. Y ante mí se extendía acogedoramente ese camino largo y ancho, con canteros sin malezas a ambos lados, donde esplendían flores que nadie cuidaba y jugaban aquellas dos grandes panteras. Sin temor puse las manos sobre su pelaje suave, acaricié sus orejas redondas y los sensitivos pliegues debajo de sus orejas, y jugué con ellas, y era como si me diesen la bienvenida a mi hogar. Esta sensación de retorno al hogar era muy aguda."

[Fragmento de La puerta en el muro, de H. G. Wells]