sábado, 5 de julio de 2008

Pero también...

Vale, porque la serenidad es necesaria para calibrar lo salvaje, lo libre, lo eufórico de uno mismo. La maternidad me ha obligado a economizar la energía. Pero, también quiero no parar hasta morime (entonces, pienso, ya descansaré en paz.)

Algunos de nosotros, los survivers, los que vamos a salto de mata, llevamos siempre esa paradoja a cuestas. Caminamos sobre la cuerda floja, habitamos lo que otros llaman Inestabilidad. ¿Dónde encontrar el equilibrio sino en el propio cuerpo, ese cuerpo que baila, come, calla, dice, expresa, se intoxica, se cuida y cae rendido en el catre?

El Chulo y yo buscamos esta semana un relax con la tapadera de una ponencia en Santiago. Una ponencia que hablará sobre manuscritos inéditos que encontré en esa otra faceta de mi vida, la de Indiana Jones que visita bibliotecas perdidas de acá y de acullá.

Pero, por favor, quiero recorrer ese Fin del Mundo, con una moleskine en la mochila. He de poder mirarme al espejo, reconocer ese fuego en los ojos. Conjurar la aventura.

3 comentarios:

Myriam M dijo...

Podrás, no me cabe la menor duda!

Therfer dijo...

Idealismos a parte, la palabra es compaginar. Compaginamos las facetas de nuestra vida como podemos, y claro, la gente polifac�tica como t� Maga lo tiene m�s complicado (y cuanto m�s polifac�tica peor...). �Pero t� puedes! :-)

Y respecto a la inestabilidad, parafraseando a S�neca �qui�n fue estable antes de los 30 no fue joven! �Qui�n sigue inestable despu�s de los 30 no ha madurado! A�n eres joven...la estabilidad habita en las canas a golpe de retorcido secundero daliliano.

Un fuerte abrazo, y disfruta del sentimiento de abandona-hijos esta semana jejeje :-). �Ah! �Y duerme!

Anónimo dijo...

yo estoy de acuerdo con therfer y su cita de Séneca, y tmabién con Lilith en la certeza de que "tú puedes"... ya llegará el momento del descanso, en que estarás tan empapada de fin de mundo y vértigo y poesía, en que podrás conocer el mundo, sus abismos y sus cumbres, como Lao Tse, es decir, mirando a través de las ventanas de tu casa.

Besos y abrazos
Llop