jueves, 10 de marzo de 2011

Bebe Upeksa


En estos tiempos locos del fast-food y del low-cost, en que las emociones se consumen y agotan como gasolina, dinamita, armamento militar o cervezas engullidas por gargantas en erección, aparecen gurús de cinco minutos en algunas barras de los bares. Son hombres normales y corrientes que, en el punto álgido de la borrachera, logran articular un párrafo de lucidez. Pueden emerger de cualquier ángulo de la noche, y más aún, si ven a una tal Madame H, usualmente melancólica, pasando su tiempo libre ante una libreta detenida en el tiempo que quiere decir lo que se interrogan los bucles de los astros en movimiento, lo que nonean o sisean sístoles y diástoles de corazones rotos o cubiertos por el abono-estiércol del amor deconstruido, de los deseos convertidos en estatuas de sal, de la verdad troceada en un canuto, de esa separatidad, esa soledad que abulta en la espina dorsal...

- Bebe Upeksa. Sabe igual que la Ataraxia (ἀταραξία). Sus efectos son: tranquilidad, serenidad, imperturbabilidad. Sacia la ansiedad de buscar fuera. Sacia la sed de interpersonalidad. Te invita a entrar en un cosmos portátil que, curiosamente, tiene su puerta de entrada en tu propia conciencia de ser. Upeksa sabe a "YO SOY, PASE LO QUE PASE", porque eres fuerte, a pesar de toda adversidad, aunque la Fortuna haya decidido cebarse contigo y ya sospeches de que eres pasto de un reality show para los dioses.

Ante lo que alguien responde:

- ¿Y no podría, simplemente, dejar que la sed me aniquilara?

2 comentarios:

Sandro dijo...

De lo mejor que te he leído.

(un seguidor que no suele decir nada)

Barredor de Fantasmas dijo...

Espacios de realidad virtual que ya no son espacios pues han sido ocupados por pensamientos hechos palabras y han cumplido su misión - si es que la tenían-: ser compartidos...