viernes, 10 de agosto de 2012

Dar dos veces es dadá

Mi vida cambió cuando di dos veces. En vez del clásico dar- recibir, hice dos dar-dar, y eso me volvió dadá. Los ignorantes creen que dadá no significa nada, al igual que no saben que "nada" significa "dar ná", aunque "nadar" es el gazapo que todo sistema etimológico precisa para que las lenguas de Babel sigan siendo babélicas.

Recordad el siguiente proverbio hindú: "Lo que no se da, se pierde".

Esta vez lo digo por escrito, porque la sociedad ya tiene suficientes médicos anestesistas.

2 comentarios:

Marc Verlén dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Marc Verlén dijo...

Es una forma muy bonita de eludir la bazofia que fue el dadaismo. Y, ante todo, un modo muy bonito de hacer literatura, de facer sociedad poética.