martes, 5 de febrero de 2013

La libertad es una guerrilla de pájaros

La danza de las llamas era siempre distinta.
Bastaba con mirar de lejos para comprobar que la luz no necesita la misma proximidad que el calor.
(Esas son las cualidades del fuego: la luz y el calor.)

A veces, el amor escribe con fuego sobre las cenizas del fuego.
La luz es al fuego como la nada a la madera.
El calor necesita la carne en combustión.
La luz es más desapegada: no necesita la carne, pero necesita la mirada.

El corazón es Ave Fénix, para que la idea se convierta en ideal.
Habitaba en esas atmósferas astrales que convierten a las mujeres en sombreros vaporosos, que desaparecen cuando una guerrilla de pájaros llena las barricadas de cantos a la libertad.

El amor en los tiempos que corren se parece a un tiovivo o a un juego de dados o a Shakespeare o al  empacho de dulce en una fiesta. 

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