martes, 26 de marzo de 2013

Carpe diem

- Ya nunca más llegarás tarde, porque puedes percibir el aliento del presente bajo tu nariz.

Así es. Notas el aire caliente que expulsa tu cuerpo, bajo las fosas nasales. Es como si alguien invisible estuviera a punto de besarte.

Frente a ti, entonces, hay un hombre de papel que acaba de nacer de un periódico. Ese hombre de papel se hace trizas a sí mismo.

- ¿Cómo te llamas? - le preguntas, antes de que desaparezca.
- Me llamo Destino, - responde- y tengo la misma estatura que el azar, y el mismo peso que la primavera. 

Es el momento de abandonar tu cuerpo y dejar que despegue de las formas.

1 comentario:

nadie dijo...

Así entiendo que debe ser el recurso a los clásicos, con una contemporaneidad tal que raye lo escandaloso.