Ivonne Velázquez y Olga López querían congelarme a mis ya ocho meses de embarazo y yo no pude negarme en absoluto. Desnudo artístico en un momento irrepetible. Cómo iba a decir que no si yo también soy cazadora de esos instantes. Son la materia prima del arte.
Esta vez podía ser una mujer objeto, desapegarme de la imagen de alguien que se me parece. Ser más cuerpo que mente. Porque, desde que Ságar está por aquí, el ego se ha desintegrado. La sabiduría, decía Vannoy, procede de esta conciencia de vivir rotunda.
Cuán ajenos son a nuestros protocolos inútiles y a nuestros pudores mundanos los ciclos de la vida y de la muerte.
La naturaleza opera con discreción y de tal manera que la metamorfosis ha sido fruto de un pequeño cúmulo de pequeños ajustes diarios. (Sucede así con todo. Apuntad en un papel vuestros deseos e incluid un croquis con los planos. Sed ingenieros de sueños. Si no, no se cumplirán solos.)
Olga dispuso el escenario e Ivonne es la intrépida fotógrafa. Ella y su cómplice, Adrián Pelegrín, son grandes profesionales de la imagen.
Descubrir un seno y enseñar esa barriga oronda, inmensa, jamás concebida hasta ahora. Quise mantener esa gabardina negra de cuero falso, las botas con cordones que han pateado tantas calles (que no se ven, pero que evitan la caída de Nabucodonosor). Un ventilador en la cara (bendición bajo el estrés de los focos), y los ojos muy negros y los labios muy rojos.
No sé si el resultado obecede a la típica figura maternal. Ivonne dice que rompe esquemas. Pero sigamos fluyendo: estará bien bailar la vida un poco mientras suena la música.
2 comentarios:
La combinación entre embarazada de 8 meses y femme fatale es divertidísima. Estás hermosa, Maga.
Cuando alguien quiere saber de otro, no hay nada como desearlo bien, para que se te muestre en su más perfecta forma.
Tenia ganas de saber de ti, y de tu niño. Es una historia feliz.
Sabes, hoy he rendido un tributo a Patricia, hacia tiempo que tenia que leer Momo. Recuerdo sus "Pero bueno, ¿es que aun no te he educado?", cuando me hablaba del libro y yo decia que no lo había leido. Carencia, que agradezco, pues ahora me he reencontrado con ello mejor que nunca.
He hecho lo que puedes ser mi primera crítica literaria, me gustaria, que quien fuera mi mejor profesora de castellano, sin desestimar a Yebra y Prado, me apuntillara. Con el tiempo que quieras, sino, no tendria gracia.
Aquí se encuentra la historia de magia
Voy a darle un giro a mi blog, hace tiempo que estoy más espiritual, romántico, y brujo.
Cuidate. Tengo ganas de ver la historia de tu hijo.
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