[No es un Mondrian. Foto de unas alcantarillas de Santiago.]
Estoy de vuelta. Como siempre, viajar es una cuestión de espíritu. Sàgar está enorme, los mosquitos le han acribillado.
Una pensión de mala muerte en pleno centro, llena de bichos, colchón blando y un solo inodoro para todos (!) Aventuras de bibliófilos asentados. Conocí a la experta en la monja Alférez,* Sonia, que vive en Boston. Y, sobre todo, a Chus, esa pelirroja increíble que estudia demonios, brujas y travestis en el Siglo de Oro. Qué torbellino.
Desde los tejados de la catedral de Santiago (revolcones por el césped, lluvia a ultranza) a una bacanal romana en O Gato Negro. Estaba por allí Betibú con su adorable Nora, nos guió hacia ese lugar. En Coruña vino a buscarnos con un cochazo de aquí te espero. La Torre de Hércules no es para tanto. Mejor el Mirador de San Pedro. Y una tetería llena de cachivaches, de estética comaruru.
* Esta monja del siglo VII se envendó los pechos (dicen que hasta se los quemó con ácido), se disfrazó de soldado y viajó a América, donde mató a mucha gente. Era, además, jugadora de naipes. Le rondaron algunas damas, no se sabe si hizo algo con ellas. Cuando la iban a ajusticiar, anunció su sexo y dijo ser virgen. Lo comprobaron y no sólo la absolvieron, le dieron una pensión de por vida. Thomas de Quincey escribió un libro inspirado en su vida.
Una pensión de mala muerte en pleno centro, llena de bichos, colchón blando y un solo inodoro para todos (!) Aventuras de bibliófilos asentados. Conocí a la experta en la monja Alférez,* Sonia, que vive en Boston. Y, sobre todo, a Chus, esa pelirroja increíble que estudia demonios, brujas y travestis en el Siglo de Oro. Qué torbellino.
Desde los tejados de la catedral de Santiago (revolcones por el césped, lluvia a ultranza) a una bacanal romana en O Gato Negro. Estaba por allí Betibú con su adorable Nora, nos guió hacia ese lugar. En Coruña vino a buscarnos con un cochazo de aquí te espero. La Torre de Hércules no es para tanto. Mejor el Mirador de San Pedro. Y una tetería llena de cachivaches, de estética comaruru.
* Esta monja del siglo VII se envendó los pechos (dicen que hasta se los quemó con ácido), se disfrazó de soldado y viajó a América, donde mató a mucha gente. Era, además, jugadora de naipes. Le rondaron algunas damas, no se sabe si hizo algo con ellas. Cuando la iban a ajusticiar, anunció su sexo y dijo ser virgen. Lo comprobaron y no sólo la absolvieron, le dieron una pensión de por vida. Thomas de Quincey escribió un libro inspirado en su vida.
4 comentarios:
Maga, me alegro tanto de que lo pasárais tan bien! Estos últimos días he estado desconectada por las razones que ya sabes, con un bajón físico y moral. Me estoy recomponiendo para Comaruru, para que el recital se convierta en mi re-bautizo, por una nueva etapa vital.
Te quiero un huevo. Sólo escríbeme para decirme la infraestructura con la que puedo contar o con la que no (tomas de corriente, altavoces, etc.)
Muaks!
Buenos días Maga, yo también estoy de vuelta por fin y con muchas ganas de que llegue el viernes.
De la mini- crónica del viaje me quedo con la monja Alférez, yo había oído hablar de ella ¡Vaya pieza!
Muchos besos,
Lilith
pd: ¡Me voy a por un vestido nuevo que he descubierto que no quepo dentro del rojo de Hedonia! (sí, esto de estar lozana es una delicia, je, je)
Un fuerte abrazo desde un ciber de Vitoria. Aci...L'etranger se moi...
¡un besazo y que vaya muy bien la expo y el recital!
Te mando otro link de no perderse.
http://www.lost.art.br/osgemeos.htm
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