lunes, 24 de octubre de 2011

Echar de menos en lluvia

La lluvia melancoliza, y echo de menos todos aquellos momentos en los que sonreí por dentro. La lluvia derriba la fachada de un piso viejo. El amor en duermevela recita los versos a un sordo. Me arrepiento del futuro que no aprovecharé para abrazar, y del pasado que, colmado por la gota de algún vaso roto, me clava sus cristales ahora.

Mirad esos cristales del vaso roto colmado por la gota: cortan si se cogen con las manos pero, si se sostienen con cuidado y se miran a trasluz, se convierten en un caleidoscopio trágico y bello sin contradicción.

Del mismo modo, sé que el amor es distinto y cada vez estoy más escrita y más borrada y quiero pasar a limpio la mejor versión, grabar en letras de fuego la pasión que sobrevive a esta lluvia.

1 comentario:

escribiente dijo...

No pierdas el tiempo pasando a limpio, mientras lo haces puedes estarte perdiendo la verdadera última mejor versión.
Es mejor seguir amando, aunque se rompan los vasos o no pare la lluvia, seguir viviendo y no enterrador de recuerdos en páginas blancas.

Me gusta el poema