sábado, 14 de mayo de 2022

Sapir-Worf y la revolución telepática

Ayer estuvimos conversando cuatro personas amaderas de la filosofía y las poéticas acerca del lenguaje, después de visionar un esperpento mudo, tonal y onomatopéyico, obra del Colectivo Patillas Black. 

Uno de los presentes explicó que el hebreo es una lengua muy geométrica, donde suele haber raíces o lexemas de tres letras unidas. También que el femenino y el masculino se conjugan verbalmente distinto. Es decir, en el hebreo (la base de las religiones monoteístas) hay distinción de género dentro de la acción. 



Si tuviera cien años para redirigir la acción y proyección de la humanidad como especie en el universo, revisaría en primer lugar los lenguajes con los que pensamos. 

* Potenciaría la evocación de aromas y de recuerdos del sentido del tacto como lenguaje.

* El lenguaje musical, dramático y audiovisual mudo serían materia obligatoria en las escuelas.

Se escribirían libros enteros de la revolución telepática con collage y bajo la filosofía del más puro Drap Art.  

Intentaría restaurar el participio de futuro del latín en todas las lenguas románicas, a fin de poder desarrollar el don de la profecía. 

Hay quien dice que los españoles llegaron a América antes que los ingleses porque el subjuntivo es más osado que el condicional. Con este ejemplo paradigmático que expresa la representatividad performática de la especie en relación con su lenguaje, podemos decir que quizá la hipótesis Sapir-Worf vaya más allá de la mera hipótesis y pueda constatarse como ley neurológica. 

El Imperativo tiene que ver con las órdenes del Emperador. Nuestro lenguaje esculpe la posibilidad de mandar y obedecer. ¿Está ya en el cerebro reptiliano esa condición?

Los campos semánticos están representados en el patrón sináptico del neocórtex. 

La sintaxis determina la distribución de las ideas. Los niños suelen construir oraciones simples y coordinadas. La oración pasiva no es utilizada por los seres humanos hasta su pubertad. 



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Mientras tanto, lo venidero amadero. SI USAMOS LEXEMAS VERBALES Y AÑADIMOS ERX


Nuestro lenguaje profético

en el futuro, amaderX, 

participa el instante

de todo lo verdaderX.



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