martes, 18 de diciembre de 2007

Bipolar




Yo epicúreo

Un acordeón se esconde en el borde del pecho,
hoy puede estallar mi tórax infinito;
tras el laúd, la cuerda vocal besa a la nota:
hoy todo puede ser coloreado por un guiño.

Sonríe la costura de los calzoncillos divinos.
“Oh, por Zeus, hoy lo he visto,
Hoy he visto los colmillos de las mariposas mientras liban
Hoy he visto los ojos en blanco del camionero extasiado por el kilómetro.”

Puedo amar los zapatos de todos los números,
me desmayo ante la estrella más minúscula;
soy pobre, pero todo es susceptible a mi soborno.

El fracaso ya es un trampolín de consuelo.
¡Cómo vuelan los ángeles caídos!
¡Cómo se goza detrás de todo llanto!

Los dientes chirrían tras su cárcel de besos;
los ojos pueden vaciarse para mojar la tierra de miradas.

Yo gruñón

Señores, seré directa:
Ustedes me matan.
Me descoyuntan el cráneo
(con sus patrañas).

Me estucan las ganas
de ser buena persona.
El cuerpo del delito
son sus perchas.
El crimen es existir
(de ese modo).

S'il vous plaît; excusez-moi!
Aprendan a respirar mejor.
De lo contrario, las ranas croan,
el sol brilla; pero nunca nada.


*

No puedo compartirme.
Estoy deshabitada.

Señores: aléjense,
prefiero ser ermitaña.
Prefiero sufrir honestamente
o burlarme honestamente de ustedes.

Odio sus imperdibles y sus mecheros,
odio sus risas y empastes,
odio sus recipientes y sus vaqueros,
odio cada uno de sus nombres
y aunque estén de guasa o me hablen en serio
me aburren sus gestos
y me horripilan sus fórmulas sobre el tiempo.

Me calumnia ser nombrada, o referida, o tocada.
El repelús camina sobre una sierra mecánica.
Me infecta el solo contacto de su mirada.



3 comentarios:

Mawwulisa dijo...

Tú epicúrea

Su noche se esconde en el borde del muro,
hoy puede cerrarse mi pecho pequeñito;
tras el clarín, la madera floja besa mis puños:
hoy todo puede ser angustiado por un niño.

Sonríe la costura de los epicúreos castigos.
“Oh, por Hera, yo no he sido,
Yo no he sido el asesino de tu creatividad mientras moría.
Yo no he sido los ojos en negro que acusan de ceguera al otro.”

Podría elogiar las perlas de todos tus versos,
ser como los demás ante la estrella minúscula;
ser tu alter ego, pero no: te quiero.

El éxito ya es un agujero al suelo.
¡Cómo se arrastran los ángeles blancos!
¡Cómo se sufre detrás de toda alegría!

Las encías resbalan tras su saliva seca;
las órbitas suelen vaciarse para mojar la tierra de ojos.

Marçal Font dijo...

¡¡Qué malo mawwulisa!!

Therfer dijo...

Espero que lo de la bipolaridad vaya por otras, Maga, que las medicaciones son muy duras. ¿Madre-poeta?¡Manténte serena mujer bipolar!