la masa humana me envuelve
y soy otro feto poco evolucionado
que al llegar a la parada passeig de gràcia
es parido a propulsión sin instrucciones
por eso suelo decir
que por las mañanas vuelvo a nacer
aunque la tormenta golpea
en una pequeña gota de sudor
y ningún reloj asfixiante o de rodeo
me desfigura lo suficiente
con sus ganchos de segundo por la espalda
me veo reflejada en el escaparate
por más que me paso las manos
el mundo no desaparece
los pelos se enredan en el semáforo
los fantasmas ponen zancadillas
mientras yo me esmero
en el asunto estúpido y orgánico
de caminar a la vez que mis glúteos
llego a la facultad más o menos segura
de una seguridad que me han enseñado
las actrices monstruosamente virtuosas
y los bancos desiertos de los jardines
después saludo al primer estúpido que me ve
con sus ojos cubiertos de corteza o de cemento
y me presento: hola soy un hueco insípido
o agujero negro y llevo un sujetador de la talla 90
tras mi programa de autómata llego a casa
coloco algunas sillas ante mi espejo
y tras acostumbrarme a mi no cara de plástico
les leo un discurso pesimista y largo
de hada madrina ahogada en el café
me he emborrachado de televisión apagada y tridimensional
(he visto a sacos de patatas bípedos y racionales)
pero me quedan cuatro tragos de ozono en la garganta
y debo sonarme los oídos para expulsar
el desagradable sonido de las taladradoras
y de los machistas disfrazados de mecánico
y el graznido de las adolescentes treintañeras
que ríen porque tienen encefalograma plano
pero los pechos les sobresalen y eso ya es suficiente
la hartura me empaña esas gafas que no llevo
debido al alto precio de una insípida montura
y no quiero que ningunas gafas cabalguen
sobre mis orejas
ningún susurro ni poema ni quejido ni lamento
me divorcio de los rasgos de una mujer que se me parece
no quiero que vuelva a llamarme
aunque mi nombre suene tan bien cuando lo pronuncia
con sus cantos de sirena afónica
la voy a asustar con un vestido nuevo y barato
un desnudo sutil y casi sacro y obsceno de monja o puta
quiero que grite como una chiquilla estúpida
y que se aleje de mí con sus tarros de miel y sus carpetas
2 comentarios:
Amor, cielo y estrellas! jejeje. La verdad es que es una extrapolación de los sonidos de la ciudad, quiero escuchar el sonido del silencio!!! un besito
Nickmazziu astronomo reciclado, jejeje.
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