miércoles, 20 de enero de 2010

La vieja dixit


Siempre podré cantar a la belleza. Aunque sea una vieja desdentada y moribunda, aunque la fealdad haya secuestrado mis facciones, tenga los huesos destrozados y me duela la espalda; aunque mis ojos no vean de lejos y esté sorda como una tapia; aunque me llamen bruja los chiquillos y me prendan fuego en un cajero; aunque todos me insulten y mis hijos renieguen de mí y los amores me abandonen y sientan arcadas al verme; aunque yo sea el ser más desgraciado de la Tierra y rezumen a mi alrededor la codicia, la maldad y el egoísmo, siempre podré cantar a la belleza.

Bastará con recordar que el corazón es una flor de fuego.

3 comentarios:

Therfer dijo...

La juventud está sobrevalorada...

Nada del Otro Mundo dijo...

Sí Therfer, creo que nunca he disfrutado tanto la vida como desde que soy un viejo al que nadie quiere.

Anónimo dijo...

Tienes razón. Mientras está vivo, el corazón es una flor de fuego. eStoy viviendo un infierno pero me consuelan tus palabras