jueves, 10 de junio de 2010

Antología de cantos del paleolítico (edición bilingüe)


Acaba de proyectarse la elaboración de una antología que presenta un compendio del hasta ahora irrecuperable arte parietal oral que cultivaron las comunidades de cazadores-recolectores del paleolítico superior. Esta utopía literaria ha sido posible con la colaboración de un equipo interdisciplinar constituido por la filóloga María Hernández, 50 pitonisas, 40 extraterrestres pleyadianos y un maestro zen.

Los pleyadianos contactaron con María Hernández hace un par de semanas y le hablaron de su proyecto Memoria de las piedras, cuyo propósito consiste en descodificar los mensajes orales encriptados en las cuevas, megalitos y objetos cotidianos para el hombre de hace 40.000 años. La metodología de descodificación es tan compleja para nuestra comprensión humana que es necesaria la colaboración de medio centenar de clarividentes que trabajan en contacto con estos materiales y que registran con grabadoras sus impresiones durante el trance.

María Hernández, paleógrafa de manuscritos del Siglo de Oro español y célebre por su recuperación de obra inédita de Quevedo, ha sentado las bases de una nueva disciplina, la paleografía cuántica. "Existe una memoria subatómica en los seres aparentemente inertes que, de desentrañarse, nos permitirá recuperar los documentos literarios no escritos de la historia de la humanidad; en cierto modo, hemos descubierto que las paredes oyen."

El maestro zen Wúmén, tras emitir un impactante y conocido koan: "¿Un árbol hace ruido al caer donde nadie lo oye?" inspiró esta idea a la filóloga cuando ésta se encontraba en la miseria absoluta y cobrando un subsidio de 420 euros al mes: "El koan de Wúmén no me ha hecho alcanzar la iluminación, pero sí que ha arrojado luz a mi tenebrosa mente occidental. Gracias a mi pobreza material he logrado encontrar nuevos senderos de búsqueda filológica."

El proyecto de investigación Memoria de las piedras ya está dando sus frutos: de momento, la comunidad científica ha eliminado la separación entre seres vivos e inertes, porque, según Hernández "todo está conectado, una piedra está tan viva como nosotros y es un error clasificar las cosas siguiendo parámetros temporales estrictos: nosotros seremos polvo dentro de un siglo, y ese polvo no estará menos vivo que ahora, desde el punto de vista de su composición subatómica."

Durante el trabajo del equipo con la Venus de Willendorf -la imagen de arriba-, María Hernández hizo asombrosos descubrimientos: "La célebre Venus es una mujer embarazada a punto de dar a luz, que iconográficamente representa a la madre Tierra nodriza del hombre, de belleza embriagadora." Este es uno de los poemas, eminentemente rítmico y musical, que se han registrado en la memoria mineral de la estatuilla:


UMMM NGÁ GARANGA UTU
Ummm
ngá, ngá
ummm ngá, ngá
ieao ieao
garanga ngá
garanga ngá
Utu


[HUELO LA BELLEZA DE LA MUJER-MUNDO

Huelo
la belleza, la belleza,
huelo
la belleza, la belleza
amo, amo
a la mujer-belleza,
a la mujer-belleza-mundo]

4 comentarios:

Rosélavy dijo...

Inquietante, jajajaja. Sí que parece una preñada la Venus.

nickmazziu dijo...

Yo creo que la Venus de Willendorf nos dice que ese niño que lleva sea el vector de la nueva vida a las comunidades extraterrestres humanas.

Pedro dijo...

Pues yo creo que los alienígenas ya estaban aquí. Los que vinieron de fuera y sin papeles fueron los monos.

Y ahora me voy por ahí canturreando..."amo, amo, a la mujer-belleza..."

magadespistadahaciéndosepasarporunalien dijo...

Homo petrus, veo que reconoce su tradición parietal. Los 40 pleyadianos y las 50 pitonisas contactarán con usted esta noche.