jueves, 4 de febrero de 2010

Claro, la muerte


Ayer encontré un extraño anuncio en un tablón. Decía algo así:

"Quiromasajista ofrece masaje de media hora a cambio de una planta, del tamaño que sea."

Le escribí un correo por la noche, diciéndole que debía de ser una persona muy especial para ofrecer ese curioso trueque.

Hoy me ha respondido:

- Todos somos especiales.

Y entonces he descubierto esa historia de alguien a quien le encuentran un tumor en el riñón y que, por una de esas casualidades de la vida, sobrevive a un cáncer que pudiera ser mortal. El tópico de ese hombre X que, ante una experiencia cercana a la muerte, se da cuenta de la absurdidad de la mayoría de nuestras preocupaciones frente a la brevedad y fragilidad de la existencia. Alguien que, entonces, decide ser auténtico, obedecerse un poco más, parecer un loco, estar a gusto en la propia piel.

¡Bravo, Lito! Me pasaré en unos días... tengo que pensar qué planta te regalaré ;)

1 comentario:

Rosélavy dijo...

Oye, tengo las cervicales destrozadas y un par de geranios ansiosos de encontrar nuevo hogar... jejejeje, es broma.