sábado, 9 de julio de 2016

Nueva York en una poeta


Señoras y señores.
Siempre que hablo ante mucha gente
me parece que me he equivocado de puerta.”

Quiero imaginarme que estamos en mi habitación,
y que jugamos a viajar en el tiempo. ¿A dónde vamos?
Al centro de la poesía
de los tristemente felices años veinte.

Pero primero, ¡invoquemos al DUENDE!
Después, subamos al vientre del dragón
que puede comerme
con trescientos bostezos
de trescientas cabezas defraudadas.
Por favor, hagámosle cosquillas,
porque el corto es en blanco y negro y un poco de gris
y yo tengo un volcán en la entraña de color arcoiris.

0:50 NUEVA YORK EN UNA POETA
poema-collage-conferencia con LORCA, HIERRO Y WHITMAN
para formar un cuarteto con MAGA
&
para recitar con Manhatta
by Paul Strand
and Charles Sheeler made in 1920-1921.

Un estudio de la moderna BABILONIA
en el RÍO HUDSON
inspirado en un poema de Whitman
co-traducido con LOBO.

I

1:10
Whitman dice:
Ciudad del mundo:
todas las razas están aquí.
Ciudad de fachadas altas
de mármol y de hierro.
Ciudad orgullosa y apasionada.

Pero ahora vemos una panorámica del monstruo
desde el agua,
y replica Lorca :
las aristas suben al cielo sin voluntad de nube,
ni voluntad de gloria.”
(…) Nada más poético y terrible
que la lucha de los rascacielos
con el cielo que los cubre.”

Y yo veo
que ese puente del diablo conduce
a la olla de oro del duende.









II

1:48

Manhattan, cuando millones de pies
desinhibidos descienden a sus pavimentos.
Hierro aclara:
Después de miles, millones de años,
mucho después
de que los dinosaurios se extinguieran,
llegaba a este lugar.”

Mientras tanto, un LEVIATÁN
con sombrero hongo y traje de chaqueta,
la tinta negra con la que se imprimen los dólares
y un corazón de papel de periódico
desembarca en NUEVA YORK
el símbolo de la ARQUITECTURA EXTRAHUMANA
y el RITMO FURIOSO.

Moby Dick ha roto aguas
y está pariendo a la masa,
y expulsa una placenta de petróleo:
veamos nacer a esos seres-jornada,
escuchemos sus latidos que son
como relojes a contrarreloj.

Veamos desfilar al torrente sanguíneo
del capitalismo.

La muerte es inmigrante sin papeles.

Las aristas góticas manan del corazón de los viejos muertos enterrados,
éstas ascienden frías con una belleza sin raíces, ni ansia final.”

III

3:22

Alto crecimiento del hierro
fino, duro,
levantamiento espléndido
hacia cielos despejados.

Acompañadme en este descenso del cielo al infierno,
a esta catábasis en la que ORFEO busca a EURÍDICE
cantando, entre reflejos y uñas de rascacielos,
fumándose las chimeneas,
sabiendo que se le suben los humos del orgullo,
y que el humo del éxito compite con la nube del soñador.










IV

4:00

La construcción de las ciudades
- La pala, la gran grúa,
el andamio, el trabajo
de muros y techos.

¡Oh proletario!
A pico y pala,
con el sudor de la frente,
se trabaja el sueño americano.
Divisamos a hombres sentados
sobre vigas que son laberintos
celestiales,
castillos en el aire,
construcciones de naipes
o un borracho póker de ases.

Y eran duro cristal definitivo
las formas que buscan el giro de la sierpe.



V

4:46

Whitman dice:
Cuando nuestra altura coronada
de mármol y bellezas de hierro
vaga por lados opuestos.

Y Lorca insiste
en el humo que compite
con las nubes.

De abajo arriba
las inmensas torres
que, ciegas a todo juego,
expresan su intención fría
enemiga del misterio
y cortarán los cabellos
a la lluvia
o harán visibles
sus tres mil espadas
a través del cisne suave
de la niebla”

Calixto se asoma
al balcón sin Melibea.











VI

6:14

Ciudad de las aguas apresuradas y espumosos,
ciudad anidada en las bahías.

Las BARCAS EN LAS BAHÍAS
que aman el azul desierto,
la mentirosa luna de los polos,
la danza curva del agua en la orilla.


Aquellos ojos míos de 1920
ven esa PIRÁMIDE DE HUMO
esa feria de ceniza del que llora por la madrugada.

VII

6:49
Este mundo totalmente abarcado
con raíles.


Dentro de mí, amor mío, por tu carne
¡qué silencio de trenes boca arriba!

Hierro piensa:
He de recuperar la realidad
en la que yo no sea intruso”



VIII

7:31

Con la estela de los buques de vapor
enhebrar todos los mares.

El judío empujó la verja
pero el judío no era un puerto,
y las barcas de nueve se agolparon
por las escalerillas de su corazón:
las barcas de nieve que acechan
el hombre de agua que las ahogue,
las barcas de los cementerios
que a veces dejan ciegos a los visitantes.

El amor está en las carnes desgarradas por la sed,
en el triste mar que mece los cadáveres de las gaviotas
y en el oscurísimo beso punzante debajo de las almohadas.


IX
9:12

Formas de los puentes,
grandes marcos, vigas, arcos.

Crucemos este puente
Para ver que todo se ha ido
para ver los huecos y los vestidos.
X
9:25

El grupo opaco en el río,
el gran remolque de vapor,
estrechamente flanqueado en cada lado por barcas.

Tras ese NAVÍO CON REMOLQUES
debajo de las multiplicaciones
hay una gota de sangre de pato,
debajo de las divisiones
hay una gota de sangre de marinero;
debajo de las sumas, un río de sangre tierna.
Y es plata, cemento o brisa
en el alba mentida de New York.


XI

10:02 DIORAMA DEL TRÁFICO

Donde multitud de la ciudad
se mueve incesante, todo el día en vivo.

¿O será todo el día en muerto?
Divisa desde cualquier balcón
el hormiguero de los autómatas,
caravanas de ceniza
en el plasma sanguíneo de un yonki chutado.

Los muertos se descomponen bajo el reloj de las ciudades
la guerra pasa llorando con un millón de ratas grises”

Donde el Hudson se emborracha con aceite,
no es el infierno, es la calle.
Hay un mundo de ríos quebrados
y distancias inasibles
en la patita de un gato
quebrada por un automóvil.

Óxido, fermento, tierra estremecida.
Tierra tú mismo que nadas
entre números de la oficina.

XII

10:44. ATARDECER, NUBES, NOCHE, FIN

Nubes magníficas de la puesta del sol!
empapadme con vuestro esplendor,
a mí y a los hombres y las mujeres
de las generaciones futuras.

El atardecer restaura el poder de las nubes
por encima del humo de las máquinas.
El inconsciente sepulta a la civilización
en el sueño del que despertamos.

Hierro bosteza:
Asaeteados
se desangran los edificios
por sus miles de heridas luminosas.
La ciudad, hechizada, se complace
en su imagen refleja, y se sueña a sí misma
transfigurada por la noche.”

A Lorca y a mí nos da pena,
pero amamos, a Whitman de todos modos:

Ni un solo momento, viejo hermoso Walt Whitman,
he dejado de ver tu barba llena de mariposas,
ni tus hombros de pana vestidos por la Luna,
ni tus muslos de Apolo virginal,
ni tu voz como una columna de ceniza;
anciano hermoso como la niebla
que gemías igual que un pájaro
con el sexo atravesado por una aguja,”



No hay comentarios: