jueves, 10 de abril de 2008

Nostalgia

La noche será perfecta
y tú no estarás conmigo.
Alguien susurrará mi nombre
y pensaré que no eres tú
quien lo ha convertido en chocolate.

Quizá ya no me arrastre por los bares
con tu mirada cómplice.
Solo puedo ver esas máscaras,
que ideaste para enmarcar
miradas de acero inoxidable.

Se desconcha aquella pintura
con la que ensuciamos un amanecer
porque el sol era una traidora autoridad.
Jamás he vuelto a bañarme
en natillas de vainilla con un delfín inflable.

Me siento vieja, hay demasiada muerte
a mis espaldas.
Y el espejo, en la madrugada,
me devolverá mi juventud
estúpida de tanta inteligencia.

1 comentario:

Therfer dijo...

Permíteme leer tus últimos versos literalmente, Maga.
Creo que la juventud no es más estúpida cuando hay inteligencia, aunque igual es menos juventud. Y entonces, al mirar atrás (algunos dicen que al madurar), te sientes un poco más vieja.
¡Pero no me pillarás nunca! :-P