[Poesíaentunuca, by Fotometro]
Sin libropesía. Ni diabliposas.
El niño me ofrece una piedra que guardo en el bolsillo como un tesoro arcano.
Y entonces empieza ese viejo discurso, ese río interior, la rapsodia íntima del anarcopoeta. Ahora que los zagales de los parques rebañan la luz del ocaso.
Soy una mujer joven tirada sobre la arena, junto a los columpios, que ve jugar a su hijo. Serenidad y calma. Mi cabeza trama las bases de la pequeña revolución. Me levanto del suelo y me tiro por el tobogán. Los otros padres sonríen.
"Pero, he aquí que los fuertes son atados de brazos y piernas, censurados y ninguneados por la podrida y desapasionada legalidad. Y, entonces, claro está, nos vemos gobernados por auténticos pamplinas, reyes que no batallan en tiempos de guerra, falsos guías espirituales, hombres-poder temerosos de vivir, atontados por la sobreprotección, engolosados por las riquezas.
"Por eso, aguardo impaciente la llegada de un héroe, alguien con el corazón ardiente, las ideas a tres mil revoluciones, ojos que miran a los ojos y la palabra caudalosa, dardo en el centro de la diana del pensamiento. Alguien que ame al hombre y, sin embargo, denuncie sin miedo sus mezquindades, moscardones incordiantes que pululan emponzoñando la alegría natural de la vida. Alguien capaz de esquivar la conjura de los necios y de formular con solidez un sueño, con esa mirada transparente capaz de atravesar lo opaco. Alguien que pinte sobre el lienzo de la vida y que baile la música que el mundo canta ininterrumpidamente.
"¿Y si ese héroe no llega? Toma tu sonrisa por bandera, coloniza los desiertos con semilla y agua y útero y todo y espera ver cómo germina tu lucha y puebla los ojos de chispas y las bocas de claveles-entusiasmo. Chasquea los dedos y observa cómo ese héroe sale de tu piel como chistera, ese héroe que dormita en las células como el genio de la lámpara maravillosa, ese héroe que hace acrobacias sobre el ADN, el libro secreto de la existencia.
***
Hace tiempo pensaba que mis palabras sólo podían vestirse con ecos de difuntos. (Libropesía. Diabliposas.)
Pronuncia sin miedo la onomatopeya.
Penetro en tu retina con cautela franciscana. El cielo es de un maravilloso azul eléctrico. Mira cómo desfilan hombres y mujeres en procesión desordenada. Oigo en sus cuerpos la canción de la noche, el fin de la jornada. Después de la soledad, toca reunirse con los seres que bailan.
Sin libropesía. Ni diabliposas.
El niño me ofrece una piedra que guardo en el bolsillo como un tesoro arcano.
Y entonces empieza ese viejo discurso, ese río interior, la rapsodia íntima del anarcopoeta. Ahora que los zagales de los parques rebañan la luz del ocaso.
Soy una mujer joven tirada sobre la arena, junto a los columpios, que ve jugar a su hijo. Serenidad y calma. Mi cabeza trama las bases de la pequeña revolución. Me levanto del suelo y me tiro por el tobogán. Los otros padres sonríen.
"Pero, he aquí que los fuertes son atados de brazos y piernas, censurados y ninguneados por la podrida y desapasionada legalidad. Y, entonces, claro está, nos vemos gobernados por auténticos pamplinas, reyes que no batallan en tiempos de guerra, falsos guías espirituales, hombres-poder temerosos de vivir, atontados por la sobreprotección, engolosados por las riquezas.
"Por eso, aguardo impaciente la llegada de un héroe, alguien con el corazón ardiente, las ideas a tres mil revoluciones, ojos que miran a los ojos y la palabra caudalosa, dardo en el centro de la diana del pensamiento. Alguien que ame al hombre y, sin embargo, denuncie sin miedo sus mezquindades, moscardones incordiantes que pululan emponzoñando la alegría natural de la vida. Alguien capaz de esquivar la conjura de los necios y de formular con solidez un sueño, con esa mirada transparente capaz de atravesar lo opaco. Alguien que pinte sobre el lienzo de la vida y que baile la música que el mundo canta ininterrumpidamente.
"¿Y si ese héroe no llega? Toma tu sonrisa por bandera, coloniza los desiertos con semilla y agua y útero y todo y espera ver cómo germina tu lucha y puebla los ojos de chispas y las bocas de claveles-entusiasmo. Chasquea los dedos y observa cómo ese héroe sale de tu piel como chistera, ese héroe que dormita en las células como el genio de la lámpara maravillosa, ese héroe que hace acrobacias sobre el ADN, el libro secreto de la existencia.
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Hace tiempo pensaba que mis palabras sólo podían vestirse con ecos de difuntos. (Libropesía. Diabliposas.)
Pronuncia sin miedo la onomatopeya.
Penetro en tu retina con cautela franciscana. El cielo es de un maravilloso azul eléctrico. Mira cómo desfilan hombres y mujeres en procesión desordenada. Oigo en sus cuerpos la canción de la noche, el fin de la jornada. Después de la soledad, toca reunirse con los seres que bailan.
13 comentarios:
Increíble, Maga. Con este post desbordas con el mensaje.
Detesto los héroes. A caballo entre lo mesiánico y la metonímia del individualismo no se construyen los mundos, ni siquiera se sueñan. Ya viste lo que podía Superman en los infiernos. Prefiero los corazones lo bastante fuertes como para amar uno a uno, latido a latido, de intimidad a intimidad, de dureza a dureza, que todo un ejército de V de vendetas oculto bajo una misma máscara: el pretexto acomodaticio de los héroes.
¿Te he dicho ya que detesto los héroes? Esos sólo eclipsan el regocijo diario, acaparan afanes, tiranizan posibles y los contraen para adaptarlos a sus agujas por donde luego harán desfilar camellos, elefantes y circos enteros.
Quizá no haya cosa que deteste más que los héroes. Por si acaso alguno de ellos leyera este comentario, por favor, que a mi no me salve, que me sigue gustando la vida toda, así, compleja y con sorpresas de muerte, dolor, alegría y orgasmo.
Detesto desde lo más hondo de mis entrañas a todos lo héroes.
Tientaparedes, tu comentario es comprensible. Yo también detesto a los que van de héroes, a los perdonavidas moralistas que creen que van a salvar a la humanidad con su arrogancia. Pero a mí me parece que Maga Despistada se refiere a otro tipo de héroe. Yo creo que para ella el héroe es el poeta sensible, constructor de sueños, alguien que no pretende salvar a nadie, sino hacer el mundo más habitable. ¿No sé, Maga, tú que opinas?
No sé si debiera entrar en el debate. El personaje del post pretende una revolución de 50 metros cuadrados, un cambio microcósmico, y por ello piensa en alguien que capitanee con fuerza ese viraje hacia la nueva dirección deseada. Después se da cuenta de que no puede esperar a que nadie le saque las castañas del fuego, y entonces decide coger ella misma el machete y abrirse camino. Es horrible glosarse a uno mismo, pero merece la pena hacerse entender.
Tientaparedes, completamente de acuerdo con tu visión. Pero creo que te quedas con un solo sema del término héroe, una interpretación muy particular: la del héroe que eclipsa y convierte al resto en purria. Yo creo en los héroes anónimos, los que luchan por la autosuperación y la supervivencia psíquica y física.
Tu poeta, quizá sí que tengas razón al emparentar al soñador con mi particular interpretación de la figura del héroe.
Gracias por vuestros comentarios, son la salsa del blog.
Bravo, bravísimo.
"Después de la soledad, toca reunirse con los seres que bailan."
Bailarina tú.
A mí, me encantan los héroes, sobretodo cuando sale el que tenemos dentro de cada uno de nosotros. Un héroe, es el que se sostiene con el fuego de una cerilla. Donde habré leído eso? jeje, un beso Maga.
Lo mismo digo, los mejores héroes son desconocidos, ¿no?
Y eso lo descubrí a raíz de uno de tus posts: http://www.youtube.com/watch?v=d-jIcQirKU8
Ánimo con la tesis. Pero no te olvides de nosotros, princesa, que te leemos con canibalismo.
Los héroes y los villanos no existen.
Tan sólo son más mundos incomprendidos e incomprensibles que, llegado el momento, fallecen.
Muy interesante tu perspectiva, Maga.
¡Tú sí que estás hecha una heroína con sombrero, nunca pierdas esa fuerza descomunal de palabras, vida y acción!
He copiado este pasaje en mi libreta:
"¿Y si ese héroe no llega? Toma tu sonrisa por bandera, coloniza los desiertos con semilla y agua y útero y todo y espera ver cómo germina tu lucha y puebla los ojos de chispas y las bocas de claveles-entusiasmo. Chasquea los dedos y observa cómo ese héroe sale de tu piel como chistera, ese héroe que dormita en las células como el genio de la lámpara maravillosa, ese héroe que hace acrobacias sobre el ADN, el libro secreto de la existencia."
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