jueves, 12 de noviembre de 2009

Visión durante una plácida tarde libre y té con miel y bolas de cuarzo en el escritorio

Llegará un día en el que se darán clases de creatividad en las escuelas, los institutos y las universidades. Los artistas no dirán que el arte no se puede aprender en ninguna parte, ni estarán temerosos de que nadie les pise la fama. No importará en absoluto el nombre que firma una novela. La sociedad hará obras de arte colectivo, al igual que se pavimentan las aceras sin la rúbrica de Picasso en el bordillo. Un arte anónimo y necesario como el pan de cada día inundará nuestro modo de vivir. El capitalismo cederá ante los ensueños místicos de la religión del poeta que predicó Tagore. Se vivirá una economía del don. Desaparecerá al fin el ego de los artistas y se creará un acelerador de pensamientos, como ya existe el acelerador de partículas casero, y no habrá trepas ni impostores porque... claro, porque no hay nada fundamental que nos diferencie a ti y a mí que moriremos, algún día, por apoptosis.

3 comentarios:

Marçal Font dijo...

Amén.

Anónimo dijo...

Eso se está construyendo ya. Así contribuye este blog tuyo.

nickmazziu dijo...

Sin duda las bolas de cuarzo han sacado toda la energía positiva de tu pensamiento. La creatividad es lo que nos queda....