jueves, 3 de abril de 2008

Cambio climático


Invierno
Después de haberme expandido como la tercera vocal
de un alfabeto griego, he decidido monoptongarme.
(Detrás del gemido de las células alguien juega a cartas.)
(Anúdese la libertad a las muñecas, paséela como a un perro. )
Eso, monoptongarme.


PRIMAVERA
Usted, sí, suena el silbato por culpa suya.
El esquema mental de un avestruz, detrás,
al fondo, junto al retrete de su mano zurda.

Quieto. Alguien le ha multado por existir.
A estas horas no es lícito encomendarse.
(La virgen ha ido de compras)

Aprenda a ponerse esa corbata,
pero no de cualquier modo; sólo al estilo
del hombre, sólo como un mono metafísico.

Su nariz, sus pies, sus rodillas;
sus despertadores. Todo debe ser encerrado
en la maleta que hay junto al recibidor.

Está decidido. Debe marcharse, conmigo,
con su traje, con su novia. Con sus orgasmos.
Las estrellas brillan para usted. ¿No lo nota?

¿No es magnífico tener un techo sin fondo?
Sin embargo, cataclismo; en serio.
El farol le ilumina. Prosiga.

Hasta ahora ha callado tanto como un objeto.


VERANO

¿Porqué llora? Tiene esa gota metida en el ojo.
Se le refleja todo en ella. Hasta me veo la cara.
Parezco boba con estas gafas de sol.

¡No!¡Deténgase! Quería ver si me brillaba el desengaño,
pero su lágrima ha resbalado y ahora no puedo verme.
Hace veinte años que no me arreglo el cabello.

¡Solloce más! Necesito verme en los espejos de su decrepitud.
Sólo en el lago de sus delirios puedo bañarme.

Llore, y hará crecer mi vanidad.


OTOÑO
Se le está cayendo algo. Agáchese.

3 comentarios:

Myriam M dijo...

¡Solloce más! Necesito verme en los espejos de su decrepitud.

Llore, y hará crecer mi vanidad.

Estas dos frases me han provocado un escalofrío, a ver si nos vemos mañana, muac

Mawwulisa dijo...

Primavera, verano, otoño, invierno, primavera...
Los ciclos de la vida como los definió Kim Ki-duk, en una película de ese mismo título. Lo mejor la fotografía y algo lenta, por poética, de ajado mensaje.

En cada ciclo aprendemos algo, aunque en el otoño ves el invierno cerca, y supongo que, en el invierno que me llega, veré la primavera algo lejana.

Leo dijo...

Vuelvo a sucumbir a los encantos de tu palabra quebrada a saltos y extravagante cabellera azul.
Paseaba por aquí, y vi las máquinas. Parece que tu madre está mejor. ¿Sí?

Miento, he venido a traerte algo.
pasa por el Patio, dejé un recuerdo tuyo.

Besos Maga.