Al fin, un sábado noche en variopinta compañía... Con viejos amigos, linterna mágica y ebriedad poética. No hacía falta mucho más para que Madame H delirara hasta la extenuación verbal.
¡La baraja de la que me hablaste! ¡Perfectamente encuadernada! Imagino la mueca en el rostro del encuadernador, entre la sorpresa y el disimulo, ante tan original encargo. Un abrazo ojeroso, de lunes a primera hora.
3 comentarios:
¡La baraja de la que me hablaste! ¡Perfectamente encuadernada! Imagino la mueca en el rostro del encuadernador, entre la sorpresa y el disimulo, ante tan original encargo.
Un abrazo ojeroso, de lunes a primera hora.
Insisto, creo que me he perdido algo.
Besos Maga.
Nada, Leo, que el sábado pasado una servidora y su cómplice se fueron a recitar poesía sin bebé a bordo. Y hacía tanto tiempo...
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