martes, 3 de junio de 2014

La pirata TAZ charla con el espíritu de un cocotero y decide convertirse en el Marqués de Carabás

La pirata TAZ está debajo de un cocotero. De súbito, le cae un coco sobre la cabeza. Está intentando meditar, pero su mente blablea sin interrupción.

- Es algo superior a mí. Yo no sé cómo gestionar tanta energía. Siento como que me desbordo, soy como un cáliz colmado de néctar...

Le telepatea un duende que está dentro del coco:
-Eso es un furor divino, una sublimación en toda regla.

La pirata TAZ llora. 

- ¡Sí, y luego le doy de beber de ese cáliz a mi amado, y dice que le enveneno! ¡Soy una desgraciada! ¡Oh, no puedo dejar de llorar! ¡Wu Wei no soporta mi intensidad! ¡Dice que me comporto como una quinceañera! Se desenamora de mí, se decepciona de mí... ¡ay, ay, ay! ¿Por qué nunca he estado quieta a su lado? ¿Qué haré?

El duende se ríe.

- ... porque le has mentido. Porque le eres fiel. Porque no puedes besar a tus pretendientes, porque en el fondo eres una niñata cursi y te haces pasar por una bellaca presumida y vanidosa. 

- ¡No!

- ¿Por qué te importa tanto eso? ¿Quién necesita caricias de su amado?

La pirata TAZ llora.

- ¿Qué puedo hacer? ¡Soy incapaz de suplicar cariño!

- Si está empachado, espera. Deja que se aleje de ti. No le persigas. Quédate aquí, donde estás. Llora. Él también lloró por ti.

- ¿Qué dices? ¡He de luchar!

- ¡No seas idiota! Déjale ir. El mundo entero le hablará de ti.

- ¿Y si me olvida?

- Quizá te olvide, es verdad. ¿Y qué?

La pirata TAZ llora. El duende se ríe.

- ¡Me duele! ¡Eso me duele!

El duende se ríe más alto cuando ella llora más alto.

- Te duele algo que no ha pasado aún. Qué ignorante es el sufrimiento humano -observa el duende.- Teméis cosas muy estúpidas.

- ¡Duende cretino!

- Confía.

-¡Vale!

- Espera a que regrese.

- Sí.

- Él ahora quiere ser Ulises.

- Y yo... ¿quién soy? ¿Penélope o la bruja?

- Tú siempre serás la bruja.

- No te creas, ser bruja tiene sus ventajas.

- ¿Cuáles?

- La primera es el don de hacer conjuros, la segunda, el poder de hacer daño; la tercera, el don de morir ardiendo en una hoguera.

- ¿Eso crees? ¡Pobrecita! La bruja es también todos los otros personajes, pero ha jugado a disfrazarse de bruja.

- Ya.

TAZ parece una niña consentida.

- ¿Y qué te pasó?

-Quiero pasármelo mejor jugando. Me aburre ser quien soy. Me aburre no ser amada como me merezco.

- ¿Quieres jugar a ser Penélope? Teje el tapiz de una poesía que se deshace cada noche, hasta que Ulises regrese disfrazado de mendigo.

- Tengo muchos pretendientes.

- ¿Y? ¿Quieres ser Helena y empezar una guerra a causa de tu belleza?

- ¿Qué mujer no ha deseado ser Helena alguna vez? Pero... no me cuaja mucho...  a estas alturas...

- ¿Qué personaje te gustaría ser ahora?

- El Marqués de Carabás. Me aburren las princesas.

- El leopardo se acostará con el cordero, y el desierto florecerá como una rosa.



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