lunes, 2 de junio de 2014

Shamhat


[El nudo de Innana]


¿Te acompaño hasta la esquina?
No pronunciaré aquello que procastina mi vida.

Los demonios aún no son malvados
y me dan cien latigazos
por cada palabra errónea que emito sin cantar.
¿Por qué no me puedo callar?

Allí en el bosque hay un hombre salvaje,
llamado Enkidu.
Mi deber es enamorar y enamorarme.
Éste es mi trabajo.
Sirvo al amor,
y ahora tengo la misión
de enamorar a un salvaje.

Mi diosa, Ishtar, me ha enviado a seducirle.
Aspiramos a ser pájaros.
En el cielo, existe una paz
que sonríe compasiva
ante el sufrimiento de la densidad terrestre.
Éste es mi trabajo.
Sirvo al amor.



Me acerco hasta allí.
Él está a solas con el río y las criaturas.
Él se baña en el río con las criaturas.
Dicen que no hay arma más poderosa que la belleza.
Me desnudo ante él. No tengo miedo.

Nos excitamos mutuamente.
Hacemos el amor durante una semana, sin parar,
durante una semana.
Meditamos haciendo el amor.

¿Y después?
¿Me acompañas?
Quiero presentarte a una tribu guerrera,
vive en Uruk, mi ciudad.
¡Allá hay templos tan hermosos!

Ahora ya podemos crear una epopeya.

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