martes, 28 de abril de 2009

Chismografías del tedio


[Duane Hanson: Young shopper]

Vas a buscar al crío al cole y puaj, marujas blableantes salivando. Cuarentonas de ojera, jaqueca y diafragma poco amortizado... Conversaciones de besugo a nueve euros el kilo. El exceso de amabilidad y la hipocresía de algunos días temerariamente soleados ha hecho un daño irreparable. Esas señoras ahora saben que existo, y no dejan de ametrallarme con sus abrillantadores y nimiedades de supermercado, me asquean con su aislamiento doméstico, su énfasis en la otredad marital y todas esas poquedades de espíritu y chismografías del tedio. Yo debería escaquearme ipsofácticamente y fagocitar nubes un rato: esos horizontes soñados más allá de las dos lavadoras diarias y las pelusas de moqueta, esas danzas cósmicas ajenas a todas las obsesiones celulíticas de faja y crema antiarrugas.

¡Aléjense de mí, marujas-zombies!

Les saludé por compasión, y ahora formo parte de sus festines lingüísticos, garrapatas horteras con los labios pintados. El hombre con el que no estoy casada sabe freír un huevo y cambiar pañales. El hombre con el que no estoy casada no me trata como a un mueble. El hombre con el que no estoy casada no es la niñera de su hijo: es su padre.

Veo rostros que no sonreirían ni ante un Humpty Dumpty reproduciéndose (apostilla al anónimo). Veo frustraciones mastodónticas y una moral por los suelos: eso sí, suelos impolutos, lejiados y encerados hasta la extremaunción...

21 comentarios:

Therfer dijo...

Va un debate sobre las 'marujas-zombies'...

No entiendo tu animadversión hacia las que denominas marujas-zombies, Maga. A veces pareces tratarlas como a mujeres de segunda, y valorarlas superficialmente por las conversaciones de ascensor, del estilo qué tiempo hace, o cuánto tiempo tiene tu niño. Creo que no se debe meter en el mismo saco a todo el mundo, o catalogar el universo entre la dicotomía de los que han leído a Proust y los que no.

Quizá, entre sus preocupaciones domésticas, en la cotidianeidad de sus charlas de escalera, se encuentre una felicidad del hogar, de los lares y penates bien tratados y bien hallados, lares y penates olvidados en los modernos habitáculos progres.

Pero, en fin, ahora está de moda criticar desde la femineidad al uso al modelo de mujer que, si te paras a pensar, representó la generación de nuestras madres y padres, generación ahora de abuelos que, en un gran número de ocasiones, son los que cuidan de sus nietos durante horas. Las marujas-zombies son las cuidadoras de nuestros hijos, vaya por Dios, ya que nosotros, la generación con estudios universitarios, creemos que nos debemos dedicar a otros menesteres más académicos, más literarios y, quizá, menos correspondientes al animal humano.

Rompo una lanza por las marujas que dan su tiempo para cuidar a los que quieren, como hicieron millones de mujeres a lo largo de los siglos. Y lo hacen, en muchos casos, como elección personal.

un fuerte abrazo, marujilla :-P

Nada del Otro Mundo dijo...

¡Hombre, Therfer, no seas tan duro con esta moza, que seguramente se aburre mucho con estas marujas!

La Maga Juglaresa de Carabás dijo...

Therfer, gracias por dar vidilla al blog con tu comentario. Entiendo tu postura, tal vez me he explicado mal. En este post no me meto con los "ángeles del hogar", aunque pienso que se pierden muchas cosas de esta vida (y que la mayoría de ellas lo saben, a juzgar por sus quejas, audibles o calladas.)En este post dinamito la mezquindad de espíritu de algunos especímenes que juzgan moralmente a las mujeres que son madres jóvenes y con la mente algo más abierta. Critico esa violencia, esa agresividad manifiesta. Me abominan las mujeres que fomentan el machismo y que hacen sentir mal a los hombres que crían a sus hijos como buenos padres que son (¡y menos mal que existen!).

nickmazziu dijo...

La especie humana está tan extendida por el mundo que, es normal que exista todo tipo de estrategia biológica, aunque sea de lo más variopinta como las clásicas marujas. Yo creo que existen y existirán siempre, y sobretodo si son felices siéndolo, porqué no? Estoy de acuerdo con Therfer en parte y con Maga en otra, ciertamente porque quizá muchas veces no ven más allá de las cosas. Por otro lado, para qué soñar si no vivimos el día a día (recoger los niños, usar cremas anticelúlíticas cada día, las cosas domésticas), nos quedamos en un rincón de casa divagando el futuro?

un besi.

Unknown dijo...

Cada día escribes mejor ;-)

La imagen de uncir los suelos con lejía hasta la extremaunción es genial.

Tu poeta dijo...

Therfer estás tan equivocado que no sé por donde empezar. Yo tengo dos críos y los cuido yo mismo, y no por eso dejo de dedicarme a mis menesteres académicos cuando están en la guardería. No creo que las marujas-zombies representen a la generación de nuestras madres, eso es un insulto a la generación precedente. Por otra parte, tener una carrera universitaria no es sinónimo de no ser maruja. No sé, con todos mis respetos: yo de ti volvería a leerme el post para entenderlo un poco más.

Marçal: a mí también me ha deslumbrado esa imagen del final.

Maga, enhorabuena por el texto.

Anónimo dijo...

Me quedo con las imágenes del post, las literarias y la de esa increíble escultura de Duane Hanson. Por suerte, esta maruja no puede hablar mucho, jajaja. Ojalá todas las marujas fueran de cera.

Therfer, vives en tiempos de matusalen. Espero que las féminas que te lean te den tu merecido. No creo que la Maga se meta con las mujeres sin estudios.

Therfer dijo...

Voy por orden, asumo la soledad en este debate :-P.

Tu poeta:

He entendido perfectamente el mensaje de Maga. Es una descripción literaria genial, pero abunda en un tópico contra el que vale la pena luchar. Me explico.

Creo Tu poeta, que lo que no has entendido de mi comentario, o no me he explicado bien, es que para mí las 'marujas' que describe Maga no son tan chungas. Reivindico lo positivo de la 'maruja' (igual que con el caso del 'charnego', o de otros denostados términos...).

Pese a que la RAE dice:

MARUJA. f. despect. coloq. Ama de casa de bajo nivel cultural.

a) Tú mismo reconoces que no tienes bajo nivel cultural y haces tareas domésticas. No hay que confundir maruja=ama de casa. Por otra parte, cometes un error, Tu poeta: según la RAE tener una carrera universitaria te impide ser "maruja", siempre y cuando el nivel cultural se le suponga a un licenciado, claro.

b) La generación precedente (en general!) sufrió una falta de nivel cultural -reflejado en estadísticas- por culpa de situaciones ajenas a ellas mismas. Sí, eran amas de casa, se ocupaban del hogar, y no tuvieron estudios (en muchos casos les prohibían estudiar por ser mujeres). Y así se extendió el término 'maruja' que ahora recoge la RAE como despectivo y en muchos casos mal utilizado como sinónimo de ama de casa.

Nada del otro mundo:

¡Tienes razón!
Que Maga se aburra con determinado tipo de mujeres lo entiendo, pero creo que a menudo desde la intelectualidad se critica con fuerza a las mujeres amas de casa, asociándoles un bajo nivel cultural (=maruja...), a las lecturas liberadoras (y despreciadas por muchos) de Corín Tellado, etc. Te puedes aburrir mucho con una 'maruja' como con un 'poeta'...

Anónimo:

Vivo en los mismos tiempos que tú, pese a que tenga una diferente visión de las cosas.

Maga no se mete con las mujeres sin estudios más que la RAE. usa el término maruja. Y le añade el zombie, de forma muy original (hay muchos tipos de marujas...). Tan sólo abunda en la tradición despectiva del uso del étimo, y quizá valga la pena, como dije al final, romper una lanza por las marujas, aunque sólo sea por la importante labor social que realizan.

Porque hay mujeres cuidadoras (de ancianos, de personas discapacitadas, etc.) que quizá son aburridas porque su mundo doméstico, su roca de Sísifo cotidiana, es demasiado pesada de acarrear como para tener tiempo para adquirir una cultura. Por desgracia.

Luego son marujas, y tristemente tienen poco que explicar salvo sus realidades domésticas, en aquella conversación que tenemos con ellas en un fugaz instante.

Anónimo dijo...

Therfer, con esos procedimientos te cargas todo el sentido del humor del post. No podemos tomar las sátiras al pie de la letra, por que son eso: caricaturas, que ya implican ciertos grados de exageración. Una caricatura nunca es el retrato real, la fotografía de la situación. Te has tomado en serio un asunto que no lo era.
A lo mejor te he dicho lo de los tiempos de Matusalén porque creo que te metes a moralizar cuando no viene al caso. Soy lector asiduo de este blog y nunca he visto que Maga se meta con nadie en serio. Lo que pasa es que no se puede ser crítico, porque los políticamente correctos se te tiran a la yugular. Escojo este blog entre los miles que he mirado y remirado alguna vez porque se permite esa libertad y esa franqueza de ser humano, de admitir que algo es repugnante o tira para atrás, y me río mucho leyendo estas ocurrencias inofensivas, por otra parte. Ser bueno no es ser tonto, Therfer. Cuidar a alguien nunca es bueno a expensas de la propia integridad, eso es lo criticable de las marujas. Por eso, seguiremos odiándolas hasta el fin de los tiempos.

innes dijo...

Cuánta razón tienes, Maga, veo eso todas las mañanas, a lo largo de todo el día, ya sabes, y me asusto sólo de verlas y oírlas hablar. Además, siempre son ellas, nunca ellos. Apenas hay padres que vayan a buscar a los niños, del mismo modo que tampoco van a buscar las notas de los niños, y si van, no abren la boca. Es tristísimo. Tristísimo oírlas hablar mientras pasan la mañana frente a un café con leche batallando verbalmente sobre quién paga menos de hipoteca o qué abrillantador le dan al suelo o qué marca de pañales es la "más mejor". Las madres, las madres dan mucho miedo, mucho más miedo que los hijos.

innes dijo...

Therfer no está haciendo más que una alegre apología del buen salvaje. Tan literaria es tu postura como la suya.
Y, a todo esto, ojalá percibiera felicidad en las madres de las que hablas. Sólo rezuman frustración.

Marçal Font dijo...

Yo, si rompo una lanza por las marujas es para meterles cada trozo por donde ya sabéis...

Mi hamster es muy feliz atrapado en su jaulita, con su ruedita y sus barroticos. Le tiene mucho amor a su comedero y cada día de su vida arregla su pequeño rincón para ovillarse y sentirse a gusto. ¿Qué vida más plena la de mi hamster verdad? ¡Y ojo, ay de quien diga que debe liberarse! Fuera hay halcones, urones y búhos que se lo comerían enseguida si no le defendiera. En realidad mi hamser nunca sería feliz sin mi protección y me lo agradece cada noche cuando llego a casa con esa mirada suya entre ausente (como cuando callan las de Neruda) y ansiosa por verme. Yo le pongo unas pipas y él mintras come afanosamente rezuma alegría. Qué suerte tiene mi hamster de no conocer más mundo que su jaulita.

Ramón pasó del reformatorio a la calle y de la calle a la cárcel. Ahora, tras cuarenta años sale y se aferra como puede a los pocos recuerdos que le quedan de lo aprendido ese año que andó libre. Cada noche, Ramón vuelve a la puerta de la Modelo y pide que le dejen estarse ahí sólo una más, que ya casi está reinsertado. Ya casi lo está.

Natascha Kampusch no pudo evitar sentir lástima por la muerte de su secuestrador tras ocho años de infierno.

Tu poeta dijo...

Therfer, no sé cómo decirte, Innes tiene toda la razón al decir que haces apología del buen salvaje. Yo tampoco he visto a una sola maruja sin frustración. Las madres que conozco sin frustración son las que tienen una mente libre y abierta, aficiones creativas (como coser, cocinar, da igual: hay las que decoran artísticamente sus mazmorras).

Tientaparedes, me encantan tus símiles. He visto mucho Estocolmo por ahi. Como si tener síndrome de Estocolmo fuera sinónimo de felicidad.

Por cierto, Innes, yo soy padre y voy a buscar a mis niños, pero te doy la razón: hay pocos de mi especie.

Therfer, con todo, tus argumentos son válidos para la mayoría de la población, es que te has metido en un reducto de bichos raros...

Miss Morpheus dijo...

Mucha controversia con el tema de las marujas...

Me resultan tan tediosas como a ti, Maga.

Las hay de varios tipos:

1. Las que nos quieren hacer creer que son marujas por decisión propia, su familia es lo más importante y quien no vive tomando cafés con otras madres y pegada a una fregona ni es una buena madre ni buena ama de casa. Estas, me temo, lo gritan a viva voz para poder creérselo...

2. Las que se quejan de su aburrida vida pero no hacen nada por salir "de la jaula del hamster" Nadie las ata. Siempre hay tiempo para desarrollarse como persona y ser algo más que "la madre de..." o "la esposa de..."

También he de decir -por experiencia- que cada vez son más los padres (en masculino) que recogen a sus hijos con una inmensa sonrisa y sin olvidar preguntar todo aquello que preguntaría una madre a quien ha estado toda una mañana o un día cuidando y educando a su hijo; sobre todo si son niños muy pequeños y ellos son padres primerizos.

Un abrazo.

innes dijo...

Tu poeta, sin duda yo los veo (a los padres), pero son los menos. Y no digamos ya en la recogida de notas: en contadas ocasiones he visto a alguno. De hecho, he tratado con más hermanos mayores que con padres. Y si pienso en las tutorías, ahí ya el número de padres es 0,0001.

La Maga Juglaresa de Carabás dijo...

Hoy, cuando estaba en la puerta de la guardería, he visto a las marujas sonreír mientras recibían el regalo del "día de la madre" y he pensado: en este preciso momento nos une la misma sonrisa de bobaliconas.

Lo único que me puede unir a estas mujeres es la devoción que siento por ese bebo risueño que alegra mis días.

¿A que no os imagináis el regalo?

Era la Flor Azul de Novalis, tallada en madera y convertida en llavero, para que el secreto del arte me acompañe, allá donde vaya...

Gracias por todos vuestros comentarios, me habéis hecho reflexionar bastante sobre el tema. Así que vamos a culturizar a esas marujas, voy a prestarles algún libro de Proust...

innes dijo...

Pues Maga, como dijo alguna vez Nora Catelli: tampoco es cuestión de sembrar el pánico en la cola de Caprabo preguntando a la gente cómo puede vivir sin haber leído a Mallarmé.

La Maga Juglaresa de Carabás dijo...

Sí, Innes, mejor no intervenir en esas cosas. Aunque realmente, sería interesante poder charlar sobre Mallarmé en la cola del supermercado, jajajaja.

En verdad, está bien que nos dejemos un poco en paz. Supongo que el tema de las marujas me duele porque me jode ver ese sufrimiento gratuito en personas de mi mismo sexo (sólo por ser de este sexo, me cachis), la resignación y la frustración en nombre de una "falsa virtud" y la sublevación a la voluntad del macho dominante. Ni rastro de felicidad ni de realización personal en estas mujeres, que tras la emancipación de los hijos se quedan con un nido vacío abismal.

(Resulta paradójico, por otra parte, que un Therfer pretendidamente antimonárquico no se dé cuenta de que la mayoría de marujas consumen esas infectas revistas propagandísticas de la familia real.)

Mawwulisa dijo...

Pues yo a las marujas,
las quemaba a todas,
no dejaba a ninguna
huir del fuego ¡locas!

Por desgracia me casé con una,
de la que me separé al instante,
aunque los papeles, burocracia pura,
tardasen en llegarme.

Sufrieron mis dos pequeños,
que ahora son mayores,
me quedaron bueno recuerdos,
y algunos sinsabores,
de aquella maruja,
¡loca!

Mawwulisa dijo...

Para las Marujas, Maga, que al fin y al cabo hoy es su día también:

Brisa marina

Leí todos los libros y es, ¡ay! , la carne triste.
¡huir, huir muy lejos! Ebrias aves se alejan
entre el cielo y la espuma. Nada de lo que existe,
ni los viejos jardines que los ojos reflejan,
ni la madre que, amante, da leche a su criatura,
ni la luz que en la noche mi lámpara difunde
sobre el papel en blanco que defiende su albura
retendrá al corazón que ya en el mar se hunde.
¡Yo partiré! ¡Oh, nave, tu velamen despliega
y leva al fin las anclas hacia incógnitos cielos!
Un tedio, desolado por la esperanza ciega,
confía en el supremo adiós de los pañuelos.
Y tal vez, son tus mástiles de los que el viento lanza
sobre perdidos náufragos que no encuentran maderos,
sin mástiles, sin mástiles, ni islote en lontananza...
Corazón, oye cómo cantan los marineros!

Therfer dijo...

Tras cinco días de vacaciones, vuelvo y no sé por dónde empezar... :-P
Vaya por delante que:
a) Me encanta el debate suscitado. :-)
b) Efectivamente, no hay que confundir la excelente aportación literaria de Maga con el tema -cultural y lingüístico, quizá- al que me he referido.

La cuestión central es el registro comunicativo, y NO trato de ser políticamente correcto. Me parece imposible juzgar a la gente -intento no hacerlo- por la conversación de ascensor (en cuyo caso creo descubrir una tremenda afición de la población por la meteorología no reflejada en las ventas de libros de divulgacióon al respecto).

Intento explicarme: por las cuatro palabras que te cruzas en la puerta del colegio, o porque una mujer sea chillona y la veas tomar cafés con otras madres a la salida del colegio no creo que merezca el despectivo 'maruja'. Se le está suponiendo incultura sin conocerla. Hay gente que posee registros diversos. El registro intelectual-formal puede estar agazapado bajo un registro más cotidiano. En el parque con mi hijo si veo a otro padre (hay muchos, y casados también -aunque parezca increíble- Maga) o madre con su criatura, pues seguramente le preguntaré por su hijo, y no hablaremos en principio de Mallarmé o de física cuántica. No saldré del parque despotricando de los padres sólo por hablar de niños o de cómo comen, y sus papillas y demás delicias infantiles. No. Estoy en un lugar en el que el registro comunicativo adecuado es el familiar/cotidiano. con el tiempo, quizá conozca algo más a algunos padres y, entonces, sólo entonces, podré descubrir si realmente son 'marujos-zombies'.

Miss Morpheus: sí a todo, interesante primera dicotomía sobre las marujas que propones, aunque Mawwulisa -por una mala experiencia personal- parece que las quemaría a todas (todas al mismo saco...). Quizá es que yo soy un padre primerizo que -por ser profe- también lleva a su crío al cole.

Sobre la 'apología del buen salvaje', salvajes hay buenos y malos, allegro ma non troppo.

Y, para concluir, ¿cómo es que no hay un étimo análogo a 'maruja' para hombres? Ése es el auténtico machismo lingüístico existente e inherente a nuestro origen cultural... Y su uso literario, como el que hace Maga, no hace sino alimentar una continuidad...¿para cuándo el 'marujo-zombie'? Me he adelantado en el uso anterior, Maga.

Insisto, felicitarte por el blog y el último apunte ¡qué extensos comentarios! un abrazo.