Venimos con alas de cartulina y algodón enganchado,
te amamos porque eres incondicionalmente otro loco,
y alguna vez adiviné un deseo confuso en tu ceño fruncido.
En fin, hemos venido para contarte cuentos en la piel
(en forma de bofetadas o mordiscos o sorpresas x),
para reírnos como ardillas
(sin más meta que una compañía sin grasa),
como alientos extraños y forasteros
que cantan nanas a la tierra de tus macetas.
De este modo te removemos los tríceps,
mientras sujetas estas hojas de supurante amistad
te amamos porque eres incondicionalmente otro loco,
y alguna vez adiviné un deseo confuso en tu ceño fruncido.
En fin, hemos venido para contarte cuentos en la piel
(en forma de bofetadas o mordiscos o sorpresas x),
para reírnos como ardillas
(sin más meta que una compañía sin grasa),
como alientos extraños y forasteros
que cantan nanas a la tierra de tus macetas.
De este modo te removemos los tríceps,
mientras sujetas estas hojas de supurante amistad
insensata.
1 comentario:
Llega la semana santa y Dios está en todas partes.
No sé porqué tu primera estrofa tiene para mí un sentido transcendente: "te amamos porque eres incondicionalmente otro loco". Me encanta.
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