jueves, 7 de noviembre de 2013

La borrachera de la botella de Klein


  (Man Ray, El huevo)

Intentaré escribir la historia más bella del mundo, más si me ayudáis y preparáis el dulce escenario en algún lugar de vuestra mente, quizá fuese que los personajes cobraran vida por sí solos, elevándoos a un mundo fascinante.
En mis entrañas enraizarán los árboles de grafito. Treparán enredareras por la pura, blanca, libre hoja , ascenderán con forma de letras, embrolladas, hacia el balcón de Julieta. Las habas de mi amado llegarán hasta las nubes, los castillos acolchados, la dimensión del vuelo y el aire.
No, azar, ya no temas deshojar con tu torpeza a la belleza que tiembla. Lejos del traspiés, de tu camisón azul brotarán fantasmas nocturnos, envolventes sábanas…¡Confusa realidad del deseo! Late, late imaginación; yo deseo pintar las rayas de las cebras, o bañar de verde al bosque, o entonar el bostezo de ese joven aburrido de mundo.
Déjame mover efusivamente los brazos, a ver si desaparecen los pies, o de los omoplatos despuntan las cien mil alas que me manipulan. 
Escribo y me emborracho con la botella de Klein.
 

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