domingo, 19 de enero de 2014

Versos apócrifos de María Magdalena (II)

MARÍA MAGDALENA

Santa y puta moran en el mismo ser,
estrellas muerde la una,
braguetas husmea la otra,
pero si un apóstol contrastara sus gestos
y un ángel hiciese una tomografía de positrones
de las sinapsis babélicas de sus humeantes fluidos,
ellas dos serían el labio superior y el labio inferior
de una niñata imbécil de ojos grandes
que interrumpe todas tus respiraciones
mientras las besa
con la venganza orgiástica de Dios.

CRISTO CRUCIFICADO

Gozar o no gozar,
ésa es la cuestión.

MARÍA MAGDALENA

Mientras tanto,
arrecifes de coral adornan mi pecho,
ambrosía segrego entre los muslos,
guirnaldas de poesía para todos los hombres.
Te soy infiel
porque mi amor es más grande
que tu cuerpo,
mi amor es más grande
que tu mente,
mi amor es más grande
que tu Cruz.
Espero que lo entiendas.

CRISTO CRUCIFICADO

¡Oh, Diosa mía!
¿por qué me has abandonado?


MARÍA MAGDALENA

Tú me pediste que te traicionara
y me disfracé de Judas Iscariote.
Te di ese beso
que nadie supo comprender.
Y luego me ahorcaré
en esa higuera
en la que, sin consciencia,
celebramos el amor
del Mundo y del Diablo.

(El amor de un puto y de una santa, según Tiziano)

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