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domingo, 4 de marzo de 2007
La luna se volvió sangre
Los hindúes trataron de explicar los eclipses de luna mediante el mito de Rahu , que se narra, entre otros textos sagrados, en el Bhágavat Purana. La historia narra que los demonios y los semidioses del mundo fueron un día al "Océano de Leche", uno de los siete océanos exóticos lejanos, para extraer el elixir de la inmortalidad. Cuando lo consiguieron, el dios Vishnú transformado en una imagen femenina estableció un orden en las tomas del néctar prodigioso. Primero les entregaría un trago a cada semidiós y repartiría el líquido restante entre los demonios. Rahu entonces adoptó forma de semidiós para participar de la primera dosificación. Cuando le tocó su turno y levantó la copa para tomar una gota de néctar, el Soma, divinidad de la Luna, se dio cuenta del ardid y le avisó a Vishnu, que decapitó ipso-facto al demonio. Como Rahu ya tenía la gota de néctar en la boca, su cabeza se volvió inmortal, y quedó colgada de la bóveda celeste. El mito explica que Rahu, cada cierto tiempo -cuando acontecen nuestros eclipses lunares-, como venganza se come a la Luna durante unas horas. Cuando hay un eclipse, los hindúes se ocultan temerosos en sus casas, ya que lo consideran un signo poco aciago (a-shubha).
(Véase el Glosario Selenográfico, de José Carlos Violat Bordonau.)
En múltiples pasajes de los libros sagrados, la luna se vuelve sangre justo antes de acontecimientos increíbles. En tiempos antiguos los eclipses eran considerados sobrenaturales. En el siglo I el historiador judío Flavio Josefo narra que en la noche en que Herodes hizo quemar vivos a varios súbditos judíos por sedición hubo un eclipse de Luna. El eclipse de Luna la misma noche de la Crucifixión habría sido igualmente interpretado por muchos como una señal divina. Este acontecimiento astronómico ha permitido a algunos estudiosos de la Universidad de Oxford fechar la muerte de Jesús el 3 de abril del 33 d.C. (véase el curioso artículo en http://www.tinet.org/~msanroma/crucifixio.html). Cronistas del pasado, asimismo, dicen que la muerte de los emperadores como Calígula y Nerón fue precedida por un eclipse lunar.
Siglos más tarde, Cristóbal Colón, en su segundo viaje a La Española, observó el eclipse de Luna del 14 al 15 de septiembre de 1494, y comparando las horas del comienzo y fin de éste con las registradas en las observaciones de Cádiz y Sao Vicente, dedujo la esfericidad de la Tierra (¡ya descrita siglos antes por Tolomeo!¡Los griegos ya lo sabían!). Este conocimiento de las efemérides lunares fue utilizado para aprovecharse de los pobres indígenas: Colón predijo y utilizó el eclipse lunar del día 29 de febrero del año 1504 para obtener de los nativos de Jamaica los alimentos que aquellos se negaban a proporcionarles.
También un eclipse lunar anticipó, según algunos astrólogos, la Primera Guerra Mundial.
¿Será que los astros nos hacen bailar a su compás? ¿Qué ha pasado durante esta noche del tres de marzo de 2007, entre las nueve de la noche y la una de la madrugada?
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