viernes, 16 de marzo de 2007

Los manuscritos de Tomboctou


Siempre seré una exploradora. Exploradora del mundo que me rodea, de las posibilidades de la mente, del milagro de la naturaleza y, sobre todo, de los nuevos paisajes y los libros perdidos del mundo. Merece seguir viviendo por Curiosidad, como decía una vez mi amigo y maestro Virgil Ani. De hecho, la Curiosidad ha impedido el suicidio de grandes hombres y mujeres. Pensar que siempre hay sorpresas ocultas y, tras una búsqueda obcecada y casi religiosa, encontrar el tesoro, es una de las sensaciones más confortables y maravillosas que puedan experimentarse. Yo ando experimentándolo modestamente con mi querido cuatro ojos (Quevedo, el dios penate de mi biblioteca).

A menudo visito este link y se me cae la baba y me entran ganas de aprender árabe. (Para el sánscrito ya está mi amigo Aleix, que anda en la India desde hace un tiempo y que nos proporcionará una traducción digna del Mahabbarata, tarde o temprano.) Os invito a todos a hurgar cuando gustéis:

http://www.sum.uio.no/research/mali/timbuktu/research/index.html


Este link es uno de mis marcadores incondicionales, y lo visito casi de manera obsesiva cuando necesito evadirme de las multas y la contaminación medioambiental. No está mal coleccionar horizontes.