Esta historia me la explicaron un grupo de niños minúsculos la primera vez que hice de cuentacuentos en la biblioteca del Pepo, o "Sala de Lectura del Clot". Al final de la sesión, cuando les puse el sombrero y la capa mágica, me contaron entre todos esta fascinante historia surrealista, que trasladé a la escritura para que no quedara en el olvido.
Érase una vez un hombre que iba paseando por el cielo. Siguió el caminito hasta la cueva de su abuela. Pero llegó una nube y se lo tragó. Y después lo llovió. Entonces el hombre se cayó al suelo y se convirtió en hormiga. Y tenía que cazar para sobrevivir. La hormiga es tan pequeña que la pisas y no la matas, porque atraviesa la suela del pie como si pasara por debajo de un puente. Pero a esta hormiga se la comió un niño. Y después la lloró.
(Foto: Magadespistada versión playmobil junto al "Libro volador", escultura papirofléxica de la Nena Rara)
Érase una vez un hombre que iba paseando por el cielo. Siguió el caminito hasta la cueva de su abuela. Pero llegó una nube y se lo tragó. Y después lo llovió. Entonces el hombre se cayó al suelo y se convirtió en hormiga. Y tenía que cazar para sobrevivir. La hormiga es tan pequeña que la pisas y no la matas, porque atraviesa la suela del pie como si pasara por debajo de un puente. Pero a esta hormiga se la comió un niño. Y después la lloró.
(Foto: Magadespistada versión playmobil junto al "Libro volador", escultura papirofléxica de la Nena Rara)
1 comentario:
Molt xulo el conte, maga! Es veu que els nens ja saben de què van les coses abans de començar a buscar feina!
Cuida´t i segueix contant-nos contes.
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